Noticias para una historia de Guía
EL PISO DE MÁRMOL QUE TIENE SU IGLESIA SE
COLOCÓ ENTRE 1885 Y 1889
Por iniciativa del párroco de
entonces, el catalán Vicente Matamala.
Advertimos que pueden aparecer lápidas
sepulcrales, que deben conservarse.
Pedro González-Sosa
(Cronista Oficial)
Acabamos de leer en Canarias7 la noticiasde que, a
instancias la Fundación de Recuperación Histórica "Bruno Quintana", se
iniciarán próximamente las obras de sustitución, en el presbiterio y
capillas laterales de la iglesia de Guía, del piso de mármol que
actualmente tiene todo el templo por losas o placas de cantería azul de
Arucas.
Sin entrar a valorar la decisión, pues "para
gustos se hicieron colores" y nos guardamos la opinión personal, sí
queremos advertir primeramente sobre lo que se puede encontrar bajo las
losas de mármol, y después enriquecer un poco el conocimiento que deben
tener los vecinos de Guía sobre cuando se colocó el actual pavimento y
quien fue el responsable, a finales del siglo XIX.
LO QUE SE PUEDE ENCONTRAR
Cuando se levante el pavimento de
mármol pueden aparecer muchas sorpresas, sobre todo si, como imaginamos,
presumimos que cuando se colocó en 1885 y1889 se hizo encima de las losas
de piedra que debía tener entonces la iglesia. Pueden aparecer lápidas
sepulcrales, aunque es posible que fueran eliminadas en aquel tiempo, pero
también lo es que se preocuparan de conservarlas, a Dios gracia, y que
permanezcan en su lugar, con lo que su hallazgo contribuiría para conocer
los nombres de algunos personajes que fueron sepultados en dicho templo.
Primero, porque ya se sabe que en tiempos pasados, al principio, los
enterramientos se hacían generalmente en el mismo templo y mas tarde en
pequeños cementerios en los contornos del mismo. Que en 1886 habían laudas
sepulcrales en el piso de la iglesia guiense es bien conocido y
contrastado por el cronista. Por ejemplo, en 1813, cuando Luján Pérez
construye un tabernáculo para colocar en la parte central del altar mayor
con dinero que para ello dejó doña Ignacia de Silva, el Obispado se
encuentra con la negativa de don Blas Sánchez Ochando quien alega derechos
que tiene sobre las sepulturas allí ubicadas y dice no estar dispuesto a
que queden cubiertas. El obispo Manuel Verdugo pidió opinión al propio
escultor sobre el particular y éste dice que don Blas no puede alegar
derecho alguno por cuanto el enterramiento le fue concedido únicamente a
su suegro, don Marcos Falcón, sin derecho hereditario. Y se colocó el
tabernáculo
Pero es que, además, tenemos la sospecha de que
bajo el mármol que cubre la tarima o alfombra de la mesa-altar de la
capilla de San José San José se encuentra el enterramiento del fundador de
la misma y beneficiado que fue de Guía durante más de 50 años Baltasar J.
Rodríguez Déniz y de Quintana. Y así lo creemos porque con mármol negro,
como para destacarlo del color blanco que tiene el pavimento del templo,
en 1886 se quiso advertir de esta circunstancia. Por ello hace tiempo que
venimos insistiendo en la necesidad de levantar este trozo para averiguar
lo acertado o no de nuestra particular opinión. Y esta es la ocasión,
aprovechando los trabajos que se van a realizar en el presbiterio.
EL PISO DE MÁRMOL SE COLOCÓ ENTRE 1885 Y 1890
Finalmente y como una contribución mas al
conocimiento de la historia de Guía veamos algunas noticias sobre la
colocación del piso de mármol que actualmente tiene el templo y que va a
ser sustituido en el presbiterio y capillas laterales por cantería de
Arucas para devolverle, dicen, la imagen de antaño.
La idea de sustituir a finales del
siglo XIX el piso de piedra por el actual de mármol surgió del párroco de
entonces, el catalán Vicente Matamala, para lo que se formó una Junta que
presidía Ramón Martín.. Concretamente las obras duraron desde 1885 hasta
1889. Para recabar los fondos necesarios se abrió una suscrición popular
de la se obtuvieron 6.455 pesetas de las de entonces. Se montó una especie
de bazar que generó unos beneficios de 500 pesetas y se compró por 125 un
organillo a José Batllori, de Gáldar, para tocarlo en el bazar y que luego
se rifó, con un beneficio de 408 pesetas mas.
Fueron muchas las personas que
aportaron algún dinero en la suscripción, que inició el propio Matamala
con 125 pesetas. Para no hacer empalagosa la relación destacaremos algunos
de los personajes guienses de la época que contribuyeron económicamente:
el procurador Pedro Bautista Hernández, 80 pesetas; Francisco Martín
Bento, 80; los hermanos Antonio y Luis Galván y Pagan, 90; Prudencio
Rodríguez Almeida, 25; Vicente Merino Bautista, 18; Isabel Bethencourt
Sánchez-Ochando, 25; los hermanos Francisco y Escolástica Suárez Merino,
40: Francisco Hernández Aríñez, 85; Blas Bethencourt Sánchez-Ochando, 25;
José María Valdés y Merino, 1.875; José Galván y Pagan, 750: María Dolores
Acedo y Suárez, 1.125; Luis Suárez Galván, 500 y otros más hasta un total
de 130 donantes.
El mármol, comprado al marmolista
de Las Palmas Enrique Wiot, costó 9.570 pesetas y fue colocado,
principalmente, por los mamposteros José del Álamo y Juan Santana Valido.