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lunes, 27 de abril de 2009 |
PSICOGRAFÃAS “Para qué volver si sólo encontrarás cenizasâ€
Reencuentros
Santiago Gil
Para qué volver si sólo encontrarás cenizas. Lo mejor es seguir siempre el viaje. Y si regresas tienes que saber que ya nada será igual. Tú ya no eres el mismo. Pero tampoco ellos se parecen a los que dejaste. Si acaso te agarras al recuerdo. Ahà sà queda a salvo el pasado, pero no insistas en buscar más allá ni más adentro. Si te empeñas en regresar te pasará como con aquellos juguetes que rompÃamos cuando éramos niños para ver lo que habÃa dentro. Sólo encontrábamos decepción y desconsuelo. Y además nunca podÃas recuperar lo perdido. Quizá en ese momento asumimos la verdad de las apariencias. No lo sabÃamos, pero estábamos descubriendo una especie de arjé de la fisis personal que luego nos ha servido para sobrellevar otras decepciones.
Hace tiempo que trato de escapar de los reencuentros. No voy nunca a esas fiestas de ex alumnos, ex amigos o ex jugadores del equipo alevÃn del colegio. Todo son excusas para volver a verse las caras. Menos mal que hace años sólo habÃa orlas cuando acababas la carrera. Ahora se ponen un birrete o una toga desde párvulos y se fotografÃan para la posteridad con quienes luego se verán condenados a encontrarse cada dos por tres. En el futuro, todas esas fotos se vuelven contra el retratado. Siempre hay un nostálgico recalcitrante que se empeña en reunir a los de entonces; pero los de entonces, como bien cantaba el poeta, nunca son los mismos. Es lo que te pasa cuando te tropiezas por la calle con aquel inseparable compañero de pupitre. No tiene nada que ver con el que tú conociste. A veces el presente mejora el pasado, pero casi siempre es al revés. FÃsicamente sólo hallas deterioros, y en muchos casos te ves delante de un lenguaraz o de un fantoche al que te gustarÃa decirle lo que piensas antes de salir corriendo para no tener que verle nunca más. La mayorÃa cumple las previsiones que uno se habÃa imaginado. Otras veces no sabes qué decir cuando te los encuentras. Ellos te cuentan pasajes de tu vida de los que ni siquiera te acordabas mientras tú sonrÃes y haces como que te emocionas. Pero yo tampoco soy el que era. Supongo que también habré perdido, y que por eso precisamente me niego a verme reflejado en esos otros que casi eran como hermanos. Escribo mucho del pasado, pero sólo vuelvo a él metafóricamente. No me gusta el regodeo en un recuerdo que siempre se empeña en hacernos mejores de lo que éramos. Hay que apostar siempre por el viaje con todas las consecuencias. Nos queda la memoria recreada de la que hablaba hace un momento, o la que mantiene a salvo a todos los que transitaron con nosotros una época determinante de nuestras vidas. Pero si realmente volvemos al lugar en donde habitaban esos sueños, sólo hallaremos los mismos remiendos que cuando rompÃamos los juguetes para ver lo que habÃa dentro.
CICLOTIMIAS
Al escribir, sólo estamos transcribiendo sombras.
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MI BLOG: www.santiagogil.com
PUBLICADO EN CANARIAS7
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Modificado el ( sábado, 02 de mayo de 2009 )
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LA MEMORIA SEPIAPor Santiago Gil
Yo me crié entre recortes sepias de periódicos y
noticias caducas. Bajaba a un cuarto trastero que estaba en la casa de
mi abuela y abrÃa cajas antiguas de madera llenas de recortes
amarillentos que hablaban de sucesos lejanos y de protagonistas que
casi siempre estaban muertos o formaban parte de recuerdos ignotos. |
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
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reportaje >> |
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V Ã D E O S - D E - 2 0 0 8 |
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CRÓNICAS DEL AYER |
A treinta años del fallecimiento de Mr. Leacock
Por Augusto Ãlamo Suárez, Ingeniero agrÃcola, y Sergio Aguiar Castellano, Archivero Municipal de GuÃa Cuando el empresario agrÃcola, David J. Leacock, popularmente conocido como Mr. Leacock, fallece el 22 de abril de 1980, hace ahora treinta años, desaparece una de las figuras más destacadas y emblemáticas de la historia de la comarca norte de Gran Canaria en el siglo XX.
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LA MUESTRA ESTARÃ ABIERTA HASTA OCTUBRE Leacock, Harris y Douglas, memoria imborrable de la agricultura canaria
Amado Moreno
Con una singular y lograda exposición abierta anoche en la Casa de la Cultura, el ayuntamiento de GuÃa rinde justo homenaje estos dÃas a tres destacad,os empresarios ingleses del pasado: David J. Leacock, Douglas Charles Fenoulhet y Anthony Harris. Avanzado el siglo XIX y después en el XX, los tres fueron decisivos en el impulso del cultivo y exportación de plátanos y tomates canarios.
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Centenario del Hospital de San Roque
Pedro González-Sosa Cronista oficial
Se
celebra el lunes 10 de agosto, dentro de los actos del programa preparado
por el ayuntamiento con motivo de sus fiestas patronales, el primer
centenario de la implantación en GuÃa de Gran Canaria del que constituyó
el también primer hospital allà abierto para el servicio no solo de la
población guiense sino de aquella zona.
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