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miércoles, 01 de abril de 2009 |
PSICOGRAFÃAS “Nos inmortaliza el recuerdo de los otrosâ€
El otro
Santiago Gil
Nos inmortaliza el recuerdo de los otros. Y no siempre somos los mismos. Es mentira que vivamos sólo una vida. Dependiendo de quien nos rememore vamos cambiando de imagen, de carácter o de mirada. Para unos serás siempre el bebé deseado que lloró en la asepsia de un paritorio. Aquella matrona y aquel ginecólogo que te ayudaron a salir al mundo nunca olvidarán tu gesto de asombro y tu desespero cuando tratabas de saborear la primera bocanada de oxÃgeno. Tú pudiste ser el protagonista de su primer parto y no lo sabes. Ellos, sin embargo, guardan para siempre la imagen de otro que no se parece nada a ese hombre tan serio, tan mayor y tan circunspecto que sale a la calle tratando de buscar la manera de llegar a fin de mes.
También eres otro en la memoria de tus compañeros de párvulos o de colegio. Para los que no te han vuelto a encontrar en todos estos años seguirás siendo el niño gordito, el que metió el gol en aquella final tan importante entre los alumnos de tercero y de cuarto, el que un dÃa llegó diciendo que habÃa un circo a las puertas de su casa, o el que lloró desesperado cuando la muerte atacó demasiado cerca. Tampoco habrás cambiado en el recuerdo de aquella primera novia que sólo te reconoce como eras durante aquel verano luminoso de los dieciséis años. Da lo mismo que hoy te vuelvas a tropezar con ella por la calle. Ninguno de los dos se reconocerá, y si lo hacen jamás cambiarán aquella imagen por la del hombre canoso y entrado en carnes, o por la de la mujer que anda pendiente de que los niños salgan del colegio para correr con ellos camino del conservatorio. Cada uno preferirá mantenerse a salvo en la memoria luminosa y enamorada del otro.
También te has ido quedando en todas las ciudades que has visitado, en los amigos que han pasado por tu vida y en el reflejo de las aguas que tanto saben de ti y de tus misantropÃas. Unos te recordarán pusilánime y otros heroico y osado. Alguno mantendrá viva la grotesca imagen de una borrachera adolescente en la que ridiculizaste hasta tu propia sombra, y otro te verá recibiendo sobresalientes en la universidad. Unos creerán que habrás llegado lejos y otros te supondrán varado en algún arrabal del fracaso y de la frustración más descorazonadora. Incluso, cuando mueras, los que ya no te han vuelto a ver seguirán recordándote vivo, como si estuvieras en aquel paritorio, en aquel colegio o en aquel pueblo de verano en el que descubriste el amor. Somos milagrosamente ubicuos y andamos por muchas partes sin movernos de donde estamos. Da lo mismo el tiempo y hasta el azar que a veces nos lleva por los caminos más inverosÃmiles. Todos nuestros rostros quedan retratados para siempre en la mirada del otro.
CICLOTIMIAS
Desde niños aprendimos en el patio del colegio que los pelotazos que más duelen son los que no esperas.
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MI BLOG: www.santiagogil.com
PUBLICADO EN CANARIAS7
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Modificado el ( miércoles, 01 de abril de 2009 )
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
Ver
reportaje >> |
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O P I N I Ó N |
EL ESTADIO DE GRAN CANARIA Y LAS PISTAS
Diego TalaveraNo hay que hacer ningún esfuerzo para comprobar que el Estadio de Gran Canaria no es un campo de fútbol; es un recinto deportivo con pistas de atletismo que también se utiliza para la práctica del fútbol. Basta con visitarlo y asistir a un encuentro para encontrar la diferencia con cualquier campo de fútbol español de reciente construcción.
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