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martes, 06 de enero de 2009 |
PSICOGRAFÃAS “Sobrevivir ya es en sà mismo un triunfo diarioâ€
La magia
Santiago Gil
Los años no hacen más que repetirnos los protagonistas que fuimos descubriendo cuando éramos niños. Cambian las caras y las manÃas, pero no las conductas. El empollón, el apocado, el pelota o el chivato se aparecen por donde quiera que uno se mueva como mismo se aparecÃan cuando estábamos en el colegio. Aun asà no creo que vengamos genéticamente destinados a jugar ningún papel. Supongo que serán las circunstancias las que nos irán colocando en el lugar que nos corresponde según cada momento de nuestra vida. Sobrevivir ya es en sà mismo un triunfo diario.
También entonces el escenario se poblaba a todas horas de pragmáticos y de soñadores. Pasaba sobre todo cuando se acercaba la vÃspera de Reyes. Por un lado nos situábamos los que, no queriendo salir de la magia de los sueños, nos negábamos a asumir las evidencias. En el otro lado de la escena estaban, cómo no, los aguafiestas y los sabelotodos empeñados en echar por tierra cada fotograma de nuestras ensoñaciones reales. No servÃa de nada que aseguráramos haber escuchado cómo Melchor, Gaspar y Baltasar habÃan dejado los regalos junto a nuestros zapatos liliputienses. Siempre estaban los otros diciendo que los que se movÃan con sigilo eran nuestros propios padres. No sé cuándo empezamos a perder las ilusiones, pero sà estoy seguro de que las primeras derrotas nos llegan en el momento en que debemos asumir que ganan los pragmáticos. Asà y todo, un soñador nunca pierde la esperanza, aun a riesgo de quedar como un ingenuo. Por más que le diéramos la razón a los galletones que querÃan matar la magia de los Reyes, uno se acostaba luego con sus propias ilusiones. Daba lo mismo que durante el dÃa todo fuera previsible, aburrido y comercial. Nos quedaba el embrujo de la noche y de los muchos años crédulos para saber que no todo acaba en la evidencia. En estos tiempos tan violentos y desnortados también necesitamos recuperar las ilusiones para saber que no todo se lo lleva la macroeconomÃa, el eurÃbor y ese torrente revuelto de noticias catastrofistas que nos golpean a diario en los periódicos y en los telediarios. En aquellas noches mágicas aprendimos que, si uno lo deseaba, los camellos subÃan seis o siete pisos cargados con nuestra bicicleta y nuestro escalextrix. Ahora son otros los regalos que pedimos antes de quedarnos dormidos. De entrada, apostamos por la armonÃa y por un mundo más solidario y más justo. Y ya sé que puedo parecer un iluso, tan iluso como Lennon cuando cantaba el Imagine antes de que la balacera de un loco lo dejara tirado en las calles de Nueva York. Pero creo que no nos queda otra que aferrarnos a la magia de todo lo que vuela. Nos valen las mariposas, las palomas y, sobre todo, los sueños.
CICLOTIMIAS
Posiblemente la inocencia se acaba cuando nos explican en Ciencias Naturales que a las mariposas hay que llamarlas lepidópteras.
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MI BLOG: www.santiagogil.com
PUBLICADO EN CANARIAS7
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Modificado el ( martes, 06 de enero de 2009 )
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
Ver
reportaje >> |
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O P I N I Ó N |
EL VALOR DE LAS COSAS Y EL ESFUERZO DE LAS PERSONAS
Antonio Aguiar
Hoy más que nunca los guienses debemos romper una lanza en favor de lo Público. Corren malos tiempos para la PolÃtica. ¿Serán posibles en el futuro iniciativas públicas como la que ayer hemos presenciado con la reapertura del Teatro-Cine Hespérides? ¿Disfrutarán las futuras generaciones de nuevas infraestructuras colectivas de esta envergadura?
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