|
sábado, 06 de diciembre de 2008 |
PSICOGRAFÍAS “Cuando llueve en la calle también está lloviendo dentro de nosotros” La lluvia
Santiago Gil
La lluvia se hermana siempre con el recuerdo de otras lluvias anteriores. Incluso en la ciudad uno percibe el olor de la tierra mojada que remueve los caminos de la infancia. Lejos de las islas, cada vez que llueve parece como si el mar se hubiera venido con nosotros. Hay un olor a océano en cada chaparrón que nos sorprende, un olor que proviene de cuando nuestras abuelas nos decían que las nubes grises que veíamos en el horizonte estaban recogiendo el agua del mar. Aquellas nubes descargaban luego sobre los campos lo que nosotros creíamos que era el agua de la playa. Por eso la lluvia siempre nos ha olido a brisa marina, más dulzona y algo putrefacta, pero brisa oceánica al fin y al cabo. Y el mar, como bien sabemos los canarios, es nuestro camino de vuelta más directo hacia la infancia.
Cuando llueve en la calle también está lloviendo dentro de nosotros mismos. Nos cambia el estado de ánimo y buscamos un lugar seguro hasta que escampe. Viendo caer la lluvia vemos caer nuestras horas igual de inasibles y de perecederas. Y, aunque no lo recordemos, nos remontamos a cuando éramos un espermatozoide compitiendo con otros miles de espermatozoides que nunca llegaron a ninguna parte. También entonces nos movíamos por los las aguas como mismo se movieron nuestros ancestros más lejanos antes de salir del océano y de adentrarse en una evolución que nos llevó desde una simple molécula hasta Mozart o Galdós. La lluvia es como una letanía que remueve las tristezas que ni siquiera nos pertenecen, aquéllas que heredamos en nuestro genoma y que nos dejan perplejos cuando descubrimos que a ese amor que acabamos de conocer ya lo conocíamos de mucho tiempo atrás, lo mismo que aquel paisaje hasta entonces ignorado o la sensación que nos deja un instante que parece repetirse una y otra vez siendo siempre distinto. Ese reencuentro lo guarda la lluvia entre los olores de la tierra mojada o de la arena de la playa, que nunca huele igual que cuando la moja la marea.
La lluvia también es un luto de pájaros que de repente callan y desaparecen de los campos para dejar que sean los caracoles los que arrastren su saudade por el barro. Cuando llueve, uno tiene la sensación de que se detiene el tiempo y de que, al parar la lluvia, todo va a cambiar por completo. Y efectivamente cambia, aunque nosotros no nos demos cuenta. Con unas cuantas gotas nuestros campos se vuelven verdes. Tenemos una tierra sabia que ha aprendido a renacer siempre con el agua como mismo deberíamos aprender a renacer nosotros. Podríamos aprovechar para empezar de nuevo después de cada borrasca. No deberíamos olvidar nunca que, cada vez que sobrevivimos a la lluvia, atávicamente estamos sobreviviendo al gran diluvio.
CICLOTIMIAS
Al final el mendigo es el único que termina compartiendo su pan con las palomas.
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
MI BLOG: www.santiagogil.com
PUBLICADO EN CANARIAS7
|
Modificado el ( sábado, 06 de diciembre de 2008 )
|
|
ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regía el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida Domínguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en Guía tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, Guía sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianías guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarían a la Virgen de Guía en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en Guía se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las Marías"
Ver
reportaje >> |
|
|
|
O P I N I Ó N |
BASES VERSUS CÚPULA
Erasmo Quintana El latinajo de que nos servimos dicen que viene a significar “contra” o “frente a”; también se suele emplear en algunos países hispanoamericanos para marcar la oposición entre los bandos contendientes en torneos deportivos, por ejemplo, entre nosotros: Real Madrid versus Barcelona. Los entendidos, sin embargo, dicen que se trata de un uso incorrecto tomado a través del inglés, pues el latín versus no significa “contra” sino “hacia”. Permítasenos, a pesar de todo, la primera acepción para titular el presente comentario. |
Leer más...
|
|
|