|
miércoles, 15 de octubre de 2008 |
EDITORIAL PEATONALIZAR ES REVITALIZAR A dÃa de hoy, del grupo de los cascos históricos más notables de Canarias, el conjunto histórico artÃstico de GuÃa es señalado como el espacio urbano que ofrece menos metros de recorrido exclusivamente peatonal de todo el archipiélago. Rolf Monheim, un clásico del estudio de las zonas peatonales urbanas dijo al respecto: «una ciudad sin áreas peatonales representativas parece ahora desesperadamente anticuada». El objetivo principal de las peatonalizaciones suele ser el de resolver la contradicción entre un viario no pensado para el automóvil y un tráfico masivo de éstos. Aunque no se explicite, se trata de resolver un problema de congestión circulatoria cuyas causas muchas veces se achacan paradójicamente a quienes resultan más perjudicados, los peatones; hay demasiados peatones para que quepan los coches o para expulsarles sin reparos. En ocasiones, el objetivo principal circulatorio se completa con otros de tipo ambiental (disminución de la contaminación y el ruido) o de seguridad (disminución de la accidentalidad). Y frente a las clásicas reticencias de algunos sectores del comercio, también existe el modelo (con irrefutables muestras de éxito) cuyo objetivo esencial es de tipo comercial, es decir, la configuración de un espacio propicio al comercio, capaz incluso de competir con las grandes superficies comerciales periféricas. En este sentido, una de las polÃticas más exitosas llevadas a cabo para rehabilitar los centros históricos, en aras de recuperar su interés comercial, ha sido, sin duda alguna, la peatonalización estratégica de una proporción alta de sus calles. Son menos y más recientes los ejemplos de peatonalizaciones cuyo objetivo, más allá de las declaraciones, es contribuir a devolver la ciudad al peatón, formando por tanto parte de un paquete amplio de medidas urbanÃsticas y de tráfico orientadas a tal fin. Debemos aceptar la sensación de que la ciudad vive bajo la tiranÃa del automóvil, llegando a veces a sentirse el peatón como un estorbo. Los ciudadanos guienses no deben tener dudas del éxito urbanÃstico, ambiental y comercial que supondrÃa la peatonalización de la vertiente de naciente de la calle Marqués del Muni. Entre los aspectos positivos de la proyectada peatonalización de la calle mencionada se encuentran la disminución del ruido, la contaminación y la accidentabilidad local, el reforzamiento de ciertas actividades comerciales o turÃsticas y, sobre todo, la revitalización del centro y su recuperación para los peatones como elemento clave de la identidad urbana. Sin duda alguna, una de las vÃas para proyectar con éxito nuestro pasado en el futuro inminente pasa inexcusablemente por peatonalizar. Peatonalizar es revitalizar.
|
Modificado el ( lunes, 10 de noviembre de 2008 )
|
|
ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
Ver
reportaje >> |
|
|
|
O P I N I Ó N |
ESTO NO ES VIDA
Por Erasmo Quintana
MarÃa
del Carmen Pérez es una guapa y adorable criatura de 22 años, la cual
padece una de esas enfermedades llamadas “raras†y que, para su mayor
desgracia, por este mismo motivo, los organismos oficiales hacen poco
caso, no solo en remediarla o evitando hacerla más llevadera a su
familia, sino incluso en la investigación para erradicarla. SÃndrome de
Dani Walker es el mal que la atenaza, con una gran dependencia en grado
III Nivel 1. Un propósito solidario con su pesada losa, es lo que me ha
llevado a dedicarle el siguiente comentario. |
Leer más...
|
|
|