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domingo, 24 de agosto de 2008 |
PSICOGRAFÃAS “Nacimos para volar†El vuelo
Santiago Gil
Cualquiera de ellos podrÃa haber sido cualquiera de nosotros. Nos hemos quedado para siempre en los que murieron y en los que han tenido que ir enterrando a sus muertos. Ya volar nunca volverá a ser lo mismo. Los canarios nacimos para emprender el vuelo. Sabemos que para descubrir el mundo, para estudiar, para curarnos de muchas enfermedades o para jugar campeonatos deportivos tenemos que subir al avión. Y si queremos seguir viviendo tendremos que ser valientes y volver a emprender el vuelo. Es ley de vida. No nos queda otra.
Todos estábamos en ese maldito avión que se estrelló el pasado miércoles en Barajas. Y también hemos sufrido las mismas esperas con falsas explicaciones, los mismos ninguneos y los sempiternos, vergonzantes e injustificados retrasos. Con los años y la acumulación de miedos, neurosis e inseguridades se nos van complicando los vuelos. Y también con sucesos como éste, sobre todo con sucesos como éste. No paramos de ponernos en la piel de todos los que entraron en el avión deseando llegar a casa, o en la de aquéllos que venÃan a conocer nuestras playas. Tampoco podemos dejar de pensar en todos esos niños que se han visto condenados al olvido de repente. Ya sé que es parte de nuestra historia diaria. Nos movemos constantemente entre el espanto y la ilusión, entre la muerte y la vida, pero hay dÃas en que el destino se vuelve exageradamente dantesco y horroroso. Uno quisiera que cada una de estas palabras calara en el corazón de los familiares que lo han perdido todo en ese maldito avión. Cada muerte es una pérdida total. No hay negociación ni consuelo, y lo que nos queda es agarrarnos al recuerdo y a la carga genética que nos ha ido programando para poder seguir sobreviviendo. Ya digo que uno lo darÃa todo por encontrar una palabra que sirviera de alivio a quienes sufren en estos momentos. Sà me gustarÃa transmitirles que estamos con ellos y que nos tienen a su lado para cualquier cosa que necesiten.
Muchos de los que murieron hubieran estado hojeando hoy este periódico camino de la playa o del reencuentro familiar. A ellos, sobre todo a ellos, me gustarÃa decirles que los que estamos por aquà no dejaremos que caigan definitivamente en el olvido. Casi todos conocemos a alguien que directa o indirectamente ha vivido de cerca esta pesadilla. Pero estoy seguro que todos los que están leyendo estas lÃneas han derramado alguna lágrima en los últimos dÃas. No recuerdo tragedia cercana más desgarradora. Los canarios nos hemos quedado un poco más huérfanos esta semana. Nacimos para volar. Por eso cada vez que alguien le corta las alas a cualquiera de los nuestros también está acabando con el vuelo de cada uno de nosotros.
CICLOTIMIAS
Nunca lograremos vencer al tiempo y a su maldita costumbre de ir robándonos neuronas y seres queridos.
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PUBLICADO EN CANARIAS7
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Modificado el ( domingo, 24 de agosto de 2008 )
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
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reportaje >> |
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O P I N I Ó N |
ESTO NO ES VIDA
Por Erasmo Quintana
MarÃa
del Carmen Pérez es una guapa y adorable criatura de 22 años, la cual
padece una de esas enfermedades llamadas “raras†y que, para su mayor
desgracia, por este mismo motivo, los organismos oficiales hacen poco
caso, no solo en remediarla o evitando hacerla más llevadera a su
familia, sino incluso en la investigación para erradicarla. SÃndrome de
Dani Walker es el mal que la atenaza, con una gran dependencia en grado
III Nivel 1. Un propósito solidario con su pesada losa, es lo que me ha
llevado a dedicarle el siguiente comentario. |
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