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lunes, 11 de agosto de 2008 |
PSICOGRAFÃAS “Necesitamos agosto para no extraviarnos†Agosto
Santiago Gil
La vida nunca hubiera sido la misma de no haber existido agosto. No importa que salgamos de vacaciones de verano en julio o en septiembre, o que no nos movamos de casa y nos quedemos repantigados en el sillón viendo las Olimpiadas. Sólo hace falta que alguien pronuncie el nombre de este bendito mes para que regrese de inmediato el olor a sebas y a salitre que desde niños hemos identificado con la libertad y con esa sensación placentera que ni siquiera se deja atrapar en la asepsia de las palabras. Al paso de los años podrÃamos llamarle saudade, o nostalgia, o melancolÃa de los dÃas en que la vida era una inacabable aventura diaria cerca del océano.
Agosto es el mes de los primeros amores. Luego los llamamos amores de verano, pero siempre cuajaban en agosto, y si no se concretaron o no llegaron a ser nos da lo mismo. Nosotros mantenemos el recuerdo confundido con las cálidas noches estrelladas y con la sensación de que, por una vez, estábamos viviendo intensamente cada segundo de nuestra propia existencia. Ahora se mantienen los veranos y, según la suerte de cada cual, también los amores, pero “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismosâ€. Esto último se lo leÃamos a Neruda para no volvernos locos y descubrir que antes habÃa habido otros que habÃan pasado por lo mismo que nosotros. Y cuando digo Neruda, digo Serrat, Silvio, Aute o Gil de Biedma. O aquellos amores en los tiempos del cólera que tanto y tanto marcaron a mi generación, con Fermina Daza y Florentino Ariza reviviendo los mismos veranos que hoy también querrÃamos revivir nosotros.
Necesitamos agosto para no extraviarnos y para saber que no siempre gana la rutina y la mediocridad. Y ya digo que da lo mismo que tu agosto sea en septiembre o en octubre. Cuando te acercas a la orilla del mar sabiendo que tienes todo el dÃa para disfrutar sin horarios y sin compromisos, se activan sobre la marcha las endorfinas que nos formulan quÃmicamente como seres alegres y relajados. Cada verano nos enamoramos por primera vez. Todo empieza de nuevo. También nos redescubrimos con más michelines y más achaques, y nos sentamos en la orilla a decirnos que no volveremos a perder tanto el tiempo, que se acabaron los dÃas baldÃos, y que vamos a hacer todo lo posible por estar siempre como recién salidos del océano, tratando de mantener el salitre más pegado al alma que al propio cuerpo. Y no importa que luego lleguen los septiembres y te veas otra vez luchando como un galeote para pagar la hipoteca y el colegio de los niños. Tú siempre sabes que algún dÃa llegará agosto. Y que ese agosto también traerá de la mano todos los otros agostos que te salvan.
CICLOTIMIAS
Dijeron que no habÃa llegado a nada por poco ambicioso y por buena persona. Ahora se lo estaban comiendo las moscas.
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PUBLICADO EN CANARIAS7
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Modificado el ( domingo, 10 de agosto de 2008 )
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EL ARCO IRISPor Santiago Gil
Un buen dÃa apareció el arco iris. FrÃo en los huesos,
calles mojadas, resol en las fachadas de algunas casas y aquella
sensación de apego absoluto a la naturaleza. Levantabas la vista y te encontrabas el semicÃrculo
festivo coronando todo el cielo del pueblo. Uno se sentÃa entonces un
tipo casi mitológico. |
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
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reportaje >> |
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V Ã D E O S - D E - 2 0 0 8 |
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CRÓNICAS DEL AYER |
A treinta años del fallecimiento de Mr. Leacock
Por Augusto Ãlamo Suárez, Ingeniero agrÃcola, y Sergio Aguiar Castellano, Archivero Municipal de GuÃa Cuando el empresario agrÃcola, David J. Leacock, popularmente conocido como Mr. Leacock, fallece el 22 de abril de 1980, hace ahora treinta años, desaparece una de las figuras más destacadas y emblemáticas de la historia de la comarca norte de Gran Canaria en el siglo XX.
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LA MUESTRA ESTARÃ ABIERTA HASTA OCTUBRE Leacock, Harris y Douglas, memoria imborrable de la agricultura canaria
Amado Moreno
Con una singular y lograda exposición abierta anoche en la Casa de la Cultura, el ayuntamiento de GuÃa rinde justo homenaje estos dÃas a tres destacad,os empresarios ingleses del pasado: David J. Leacock, Douglas Charles Fenoulhet y Anthony Harris. Avanzado el siglo XIX y después en el XX, los tres fueron decisivos en el impulso del cultivo y exportación de plátanos y tomates canarios.
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Centenario del Hospital de San Roque
Pedro González-Sosa Cronista oficial
Se
celebra el lunes 10 de agosto, dentro de los actos del programa preparado
por el ayuntamiento con motivo de sus fiestas patronales, el primer
centenario de la implantación en GuÃa de Gran Canaria del que constituyó
el también primer hospital allà abierto para el servicio no solo de la
población guiense sino de aquella zona.
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