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martes, 29 de julio de 2008 |
PSICOGRAFÃAS “El amor se reconoce siempre en la mirada†Antepasados
Santiago Gil
El amor se reconoce siempre en la mirada. Uno va por la calle, o está en una fiesta, o anda facturando el equipaje en el aeropuerto, y de repente se cruza con una mirada que le cambia la vida. Tenemos la sensación de que esos ojos los conocemos de siempre, desde mucho tiempo antes de venir nosotros al mundo. Se activan las endorfinas, se desperezan los sentidos y una quÃmica cercana al paraÃso nos lleva de un lado para otro en volandas. Si el reconocimiento es mutuo y fragua el milagro todo se vuelve maravilla, aunque no siempre estamos atentos, y a veces pasa junto a nosotros el amor de nuestra vida y no nos enteramos. O lo rechazamos por no saber mirar más allá del fÃsico o de la cuenta corriente. Pero quedan muchas vidas y muchos años para que alguna vez coincida ese inevitable reconocimiento. O eso al menos es lo que piensan siempre los contrariados y los que no entienden cómo diablos se puede llegar a estar tan despistado o tan despistada como para dejar que pase de largo el amor y todos sus euforizantes y milagrosos efectos secundarios.
Con nuestros familiares desconocidos pasa algo parecido. Te detienes ante un gesto o una mirada y crees reconocer a un hermano. La sangre y la genética tiran de ti, pero tú no te enteras y sigues tu camino. Pasa sobre todo en las islas, en donde muchos de nosotros estamos inevitablemente emparentados si tiramos trescientos años hacia atrás. Las calles están llenas de descendientes con los que compartimos un tatarabuelo o un bisabuelo del que tampoco conocemos nada. Y, sin embargo, de los desvelos de aquel tatarabuelo que iba y venÃa a América buscando fortuna venimos todos nosotros. No se embarcaba y se jugaba la vida en alta mar por él, sino por los que estábamos por llegar en el vientre de sus hijas o de las nietas de sus hijas. Es lo mismo que hoy hacen quienes llegan en pateras y cayucos: sólo vienen buscando para sus descendientes el futuro que a ellos les ha sido vedado. Y en unos años también los suyos se tropezarán por las aceras sin reconocerse. Sentirán esa llamada de la sangre que nos retiene unos segundos en la calle cuando casi nos reconocemos en el otro, pero seguirán su camino creyendo que vienen de la nada. Es lo que hoy hacemos nosotros. Y supongo que será también lo que seguirán haciendo los hijos de los hijos de nuestros hijos si algún dÃa alcanzaran a cruzarse en Triana. Siempre estamos pasando de largo. Incluso cuando nos tropezamos con nosotros mismos.
CICLOTIMIAS
Le tenÃa un miedo cerval a los cangrejos porque le recordaban a los cobardes. Como éstos, atacaban sólo cuando estaban ocultos en sus escondites. Nunca daban la cara, te miraban escondiendo los ojos y desde que podÃan caminaban para atrás. Desde niño supo que eran ellos los que llegarÃan más lejos: eran los mejores que soportaban los embates violentos de las olas.
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PUBLICADO EN CANARIAS7
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Modificado el ( miércoles, 30 de julio de 2008 )
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regÃa el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida DomÃnguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en GuÃa tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, GuÃa sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianÃas guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarÃan a la Virgen de GuÃa en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en GuÃa se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las MarÃas"
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reportaje >> |
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O P I N I Ó N |
IMPORTANTE CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA DE GUÃA
Erasmo Quintana
La historia de los pueblos la va haciendo sus hijos con el afán de cada dÃa, sus sueños y la redención sacrificada de cada uno. Asà como de GuÃa de Gran Canaria se conoce todo aquello fundamental que lo dibuja con contornos señeros de asentamiento principal y punta de lanza del progreso de la Comarca: económico, cultural, artesano y medianÃas de buenos pastos, además de cuna de prohombres que destacaron en distintas disciplinas del saber, no conocÃamos sin embargo aquel aspecto que tanto ha tenido que ver en ese progreso que hizo a este viejo solar tan importante, que devino de la enseñanza desde los modestos cimientos de la misma, en una época que por lo general tan poca importancia se le prestaba. |
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