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Otro Adiós [LA BODEGA]. Por Javier Estévez. |
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sbado, 05 de mayo de 2007 |
La Bodega ya cerró. Se acabó. Es el devenir natural de la existencia
lineal. Todo tiene un principio, un transcurso y un final. Qué curioso,
¿verdad? En plena Fiesta del Queso, cuando más se quiere promocionar
nuestro afamado queso de flor, cuando se pregona, aprovechando el
impulso generoso del alisio, la esperada Denominación de origen, cuando
se traen expertos nacionales en gestión y producción quesera, cierra La
Bodega. Por Javier Estévez.
Dejémonos de discursos curvos y seamos claros, correctos y concisos, como lo es la línea recta: el actual interés turístico de Guía reside únicamente en el Cenobio de Valerón y en La Bodega, por ser ésta última lugar tradicional de venta del Queso de flor. Ni calles adoquinadas, ni fachadas coloreadas, ni Luján Pérez y, menos aún, Néstor Álamo. Es la verdad, admitámoslo. Ojalá lo sean en un futuro, pero actualmente, o mejor, el pasado reciente fue así.
Recuerdo que durante mi estancia en Bruselas, pude comprobar como en una pequeña guía de las Islas Canarias, publicada en flamenco, una de las pocas imágenes que se exponían de nuestra isla, junto con las archiconocidas Dunas de Maspalomas y el Dedo de Dios, era la de Chago en su Bodega rodeado de quesos de flor. Y me sentí orgulloso, muy dichoso, porque de esta manera, mi pequeño pueblo se proyectaba en buena parte del mundo. Y todo gracias a la Bodega. Y al queso, todo hay que decirlo.
Yo, la verdad, nunca fui asiduo de la misma. Quizás porque mi descubrimiento del queso de flor y del queso de Guía fue más bien tarde y azaroso. Lamentablemente. Todo empezó cuando me pidieron que realizara un análisis sobre la composición florística de los pastizales, así como una caracterización y posterior cartografía del área geográfica del Queso de flor. De esta manera, descubrí que el queso era más que un producto, que una mercancía, que un condumio. Tras esa simple y esférica apariencia, se cuaja la más preciada biblioteca y erudición de las medianías: un vasto, curioso y singular léxico bajo el cual se titulan utensilios, percepciones, actos, nombres, lugares, refranes, dicciones, interjecciones y hasta un dispar registro de onomatopeyas. En él se gesta y percibe una precisa y minuciosa lectura del entorno, del ambiente: sus posibilidades, sus limitaciones, sus ritmos, su latido.
Sólo en ocasiones puntuales entraba en La Bodega, la verdad. Nunca fui uno de sus fijos, de sus incondicionales, que los había, me consta. Pero sí que acudía con algún amigo, para mostrarle orgulloso las delicias de nuestro queso, descubiertas por mí tan tardíamente. Chago, y con posterioridad Eduardo, siempre me transmitía su pasión por estos lacticinios. Quesos de flor, media flor y cuajo; de oveja, cabra, vaca, de múltiples combinaciones y proporciones; donde cada queso era un mundo, una historia cuyo desarrollo es como un libro marcado por la cadencia que le imprime su autor.
Yo, particular y modestamente, no creo conocer a nadie con la misma pasión que siente Chago hacia los quesos de flor. El martes pasado, durante la celebración de la fiesta en Guía, entre la multitud, se me acercó y me pidió que me aproximara con él a un puesto donde se mostraba un hermoso queso de flor. Pura crema, Javier, pura crema. Esto si que es un buen queso de flor, una preciosidad, manifestó vehementemente. Y volvió a suceder lo mismo durante la cata celebrada en la casa de Milagrosa Estévez, hoy conocida como EspacioGuía.
¡Cuánta desaparición nos rodea! ¿No tienen a veces la sensación de que el universo ha tenido que dejar de expandirse y ha comenzado su repliegue, ya que son más las pérdidas que se sienten que los comienzos?. Un adiós más para mi registro de despedidas. En este caso, a La Bodega, a “Casa Chago”. Hasta siempre, de corazón.
NOTA: Texto publicado en el Blog de Javier Estévez.
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Modificado el ( domingo, 04 de noviembre de 2007 )
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PELOS CON HISTORIA Por Santiago Gil
Yo de niño no sabía que el pelo crecía casi al ritmo de
la luna. Era pelo y había que cortarlo cada cierto tiempo. Esa era
nuestra única certeza. Ahora me he vuelto más metafísico y en cada pelo
que pierdo, además de la congoja por una posible calvicie, hay mucha
reflexión sobre el paso el paso del tiempo y sobre lo que vamos dejando
atrás. |
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regía el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida Domínguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en Guía tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, Guía sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianías guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarían a la Virgen de Guía en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en Guía se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las Marías"
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V Í D E O S - D E - 2 0 0 8 |
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CRÓNICAS DEL AYER |
A treinta años del fallecimiento de Mr. Leacock
Por Augusto Álamo Suárez, Ingeniero agrícola, y Sergio Aguiar Castellano, Archivero Municipal de Guía Cuando el empresario agrícola, David J. Leacock, popularmente conocido como Mr. Leacock, fallece el 22 de abril de 1980, hace ahora treinta años, desaparece una de las figuras más destacadas y emblemáticas de la historia de la comarca norte de Gran Canaria en el siglo XX.
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LA MUESTRA ESTARÁ ABIERTA HASTA OCTUBRE Leacock, Harris y Douglas, memoria imborrable de la agricultura canaria
Amado Moreno
Con una singular y lograda exposición abierta anoche en la Casa de la Cultura, el ayuntamiento de Guía rinde justo homenaje estos días a tres destacad,os empresarios ingleses del pasado: David J. Leacock, Douglas Charles Fenoulhet y Anthony Harris. Avanzado el siglo XIX y después en el XX, los tres fueron decisivos en el impulso del cultivo y exportación de plátanos y tomates canarios.
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Centenario del Hospital de San Roque
Pedro González-Sosa Cronista oficial
Se
celebra el lunes 10 de agosto, dentro de los actos del programa preparado
por el ayuntamiento con motivo de sus fiestas patronales, el primer
centenario de la implantación en Guía de Gran Canaria del que constituyó
el también primer hospital allí abierto para el servicio no solo de la
población guiense sino de aquella zona.
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