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sbado, 03 de marzo de 2012 |
El nuevo hijo predilecto de Gran Canaria, Pedro Gordillo y Ramos, fue un rompedor del Antiguo Régimen y un díscolo ilustrado
Por Juanjo Jiménez
Una pieza. Un personaje de película. Un canónigo revoltoso, díscolo, fogoso y polémico. Un cura, que nació en una Santa María de Guía del siglo XVIII, y cuyo carácter, parlamento y fuerza lo llevó a presidir las Cortes de Cádiz en 1813 que fulminaron el Antiguo Régimen, y a enervar a la curia, a guerrear con Tenerife por la capitalidad de Canarias, por la sede del obispado regional y por separar Iglesia y Estado.
Un señor, en suma, que llenó la cachimba al poder con sus ideas pero que paradójicamente también era capaz de pleitear por el mal 'estado' de un esclavo recién comprado.
Es el canónigo Gordillo, con nombre de pila Pedro Gordillo y Ramos, nacido en 1773 y discípulo de Viera y Clavijo, al que el Cabildo quiere reconocer y reivindicar este año nombrándolo Hijo Predilecto de Gran Canaria. Una isla por la que también se jugó algo más que la sotana.
Con poco tenía y el también cura, pero a diferencia de él, absolutista, Santiago Key y Muñoz no tuvo otra ocurrencia que tirar en esas mismas cortes para su isla de Tenerife, para la que exigía la capitalidad regional, la sede de la Audiencia, el obispado y la Universidad de La Laguna.
El pleito insular se hizo Gordillo, escenificando en la Península que el canal de Anaga-Agaete no es lo único que separa ambas provincias y probablemente se debe a su belicosidad que la masiva centralidad por la que abogaban los diputados de enfrente no llegara a culminar. Eso no significa que no siguiera barriendo para todo el archipiélago, sobre todo cuando logró fortalecer los puertos de Canarias, especialmente los de las islas menores. Además equiparó pesos y medidas, hasta entonces divergentes en cada una de las islas, y fue el primero que logró aprobar la creación de una red de pozos para el abastecimiento de fincas y población en el sur de Gran Canaria, nada menos que en 1811.
Pero si sorprendente es su biografía política, no menos lo es su perfil humano. Tras la disolución de las Cortes y la instauración de los viejos modos de la mano de Fernando VII, el 'rebelde' Gordillo es 'invitado' a marchar a Cuba.
Sergio Aguiar Castellano, archivero de Guía, se dio un salto al Caribe a seguir su pista , consiguiendo una deliciosa sucesión de acontecimientos, para el que lo lee, que no para que el que lo sufrió en vida. Al poco de llegar, en 1816 y con 43 años, la monta al cambiar las horas de canto, que fue el mixto de unas relaciones tumultuosas con el obispo Espada y con buena parte del clero local, que suplica en varias ocasiones, sin lograrlo, el traslado del isleño, primero a la Península, luego a Filipinas e incluso a Belén, "para corregirle de los insultos".
Pero allí se quedó y murió, en 1844, dejando unas buenas rentas, un patrimonio que incluía a Francisco y José María, dos esclavos negros, uno "Ganga y otro Congo", subastados por 850 pesos con el resto de sus propiedades.
FUENTE: LA PROVINCIA
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Modificado el ( martes, 10 de agosto de 2021 )
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regía el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida Domínguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en Guía tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, Guía sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianías guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarían a la Virgen de Guía en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en Guía se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las Marías"
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O P I N I Ó N |
SOBRE LOS FUNCIONARIOS
Pedro Fernández Vicente
Como inicio de mi reflexión, tengo que decir que no soy funcionario. Me dedico al periodismo como profesión y no estoy en situación de excedencia de ningún ministerio, pero me parece indigno lo que 'algunos', y lo digo en tono despectivo, están haciendo en contra de una profesión como la de funcionario, aprovechando la propaganda gubernamental, para crear ese escenario necesario que le permita bajarlos el sueldo sin adhesiones populares, ni solidaridad. Una buena fórmula para no perder votos, que es lo que realmente le interesa. |
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