Ciudad de Guia (Gran Canaria, Spain)

La actriz Adela EscartÃn naciÃ³ en GuÃa

Por Pedro GonzÃ¡lez-Sosa

En agosto prÃ³ximo se cumplirÃ¡ un aÃ±o del fallecimiento en Madrid a la edad de 97 aÃ±os de la que fuera famosa actriz y directora de teatro Adela EscartÃn, asÃ conocida artÃsticamente, porque su segundo apellido era el de Ayala, como hija del militar Antonio EscartÃn Escobar, nacido en Melilla y que llegado a GuÃa a principios del siglo XX en razÃ³n de su profesiÃ³n militar, casÃ³ allÃ con ConcepciÃ³n Ayala JimÃ©nez, hija esta de Emiliano Ayala HernÃ¡ndez, que habÃa sido a finales del XIX secretario de aquel ayuntamiento e incluso alcalde. Nacida en GuÃa el 26 de octubre de 1913 en la casa nÃºmero uno de la entonces rotulada calle LujÃ¡n PÃ©rez -hoy como MÃ©dico EstÃ©vez, en lo alto de la farmacia allÃ establecida- aparece en 1926 todavÃa empadronada en aquella ciudad cuando contaba 13 aÃ±os de edad.

La cuna de hierro donde se meciÃ³ Adela se convirtiÃ³ en regalo que su madre, doÃ±a Concha, hizo a la mÃa cuando iba a casarse, donde nos mecimos todos mis hermanos y a la que Manolo le ha dedicado un evocador Soneto. Adela EscartÃn, ya mayor conocida como prestigiosa actriz y directora de teatro, inicia su vinculaciÃ³n con las artes escÃ©nicas desde niÃ±a cuando descubre su aficiÃ³n por la interpretaciÃ³n siendo estudiante de un colegio de ParÃs, vocaciÃ³n que se transforma en realidad cuando, tras regresar a EspaÃ±a e iniciada la guerra civil realiza su debut en el madrileÃ±o teatro Lara como actriz profesional, a partir de cuyo momento y en los cuatro aÃ±os siguientes aparece contratada por varias compaÃ±Ãas, no obstante lo cual simultanea los estudios en el Conservatorio de MÃºsica y DeclamaciÃ³n donde aparece graduada en 1947.

A principios de los aÃ±os treinta se traslada definitivamente desde GuÃa a la PenÃnsula en razÃ³n de la profesiÃ³n castrense de su padre quien ya en situaciÃ³n de retirado con el grado de comandante es destinado en 1937 a la entonces llamada SecretarÃa de Guerra a las ordenes del tambiÃ©n entonces llamado general jefe del 7Âº Cuerpo del EjÃ©rcito en cuya orden, al final de su publicaciÃ³n, se pregona segÃºn era habitual en la Ã©poca como "Segundo AÃ±o Triunfal". Pese a la contienda bÃ©lica que vive el paÃs y la actividad militar de su padre, Adela no frena sus impulsos escÃ©nicos y marcha en 1948 a Nueva York para continuar su formaciÃ³n teatral que simultanea con la interpretaciÃ³n en algunas obras, principalmente en La Habana, ciudad caribeÃ±a a la que regresa en 1951 para vincularse estrechamente a aquel movimiento artÃstico y es sobradamente conocida y estimada en aquellos cÃrculos donde trabaja hasta 1959, Ã©poca en la que incluso funda la que llama Sala de Teatro Prado, centro de formaciÃ³n para promocionar el teatro de aquel paÃs y donde realiza varios proyectos destacando la creaciÃ³n del que llama Conjunto DramÃ¡tico Nacional, y en 1960 es nombrada profesora de actuaciÃ³n y direcciÃ³n a partir de cuyo momento su actividad teatral interpretativa y docente es importante entre 1965 y 1970, en que regresa a EspaÃ±a para actuar en radio y televisiÃ³n, que compagina con interpretaciones como actriz en cuyo periodo imparte clases en la Real Escuela Superior de Arte DramÃ¡tico madrileÃ±o donde insuflÃ³ a sus alumnos, escribiÃ³ Juan Antonio VizcaÃno, "las mismas inquietudes que habÃa ido sembrando en sus primeros alumnos cubanos", paÃs donde protagonizÃ³ la parte principal de su actividad profesional en el Teatro, cuya relaciÃ³n de interpretaciones harÃa interminable estas notas.

Adela EscantÃn Ayala, actriz teatral ilustre de merecida fama principalmente en el mundo de HispanoamÃ©rica fue considerada en su tiempo como la gran dama del teatro cubano, (a cuya Ã©poca corresponde la foto ilustrativa) injustamente desconocida por generaciones de amantes del teatro que dejÃ³, como intÃ©rprete y profesora, una huella imborrable. La recordamos ante el prÃ³ximo primer aniversario de su fallecimiento en Madrid porque presumiÃ³ siempre de su ascendencia canaria y principalmente de la naturaleza de su nacimiento guiense, evocaciÃ³n intencionada para que aquella ciudad la tenga presente algÃºn dÃa y la vincule a cualquier rincÃ³n del pueblo para tenerla presente como otra hija predilecta que debe ser de su localidad natal.