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miércoles, 09 de mayo de 2007 |
Yo quiero volver a La Bodega
Por Javier Estévez. “¡intelijencia!, dame el nombre exacto de las cosas†J.R. Jiménez
Más que nunca, cobra vida y sentido la reflexión que efectuó Antonio Aguiar sobre el cierre de la Bodega: una pérdida reparable. Se acabó el tiempo y el espacio de las lamentaciones. Dejémos éstas exclusivamente para su muro. Hay que recuperar la bodega, y recuperarla como bien público para que su condición y atmósfera entrañable, patrimonial y económica no se pierda jamás.
Es posible que ayer les oliera a quemado en el pueblo. Ese olor provenÃa de mÃ, porque ayer pergeñaba y pergeñaba soluciones posibles para recuperar la bodega. Y es posible, vaya que si lo es. Veamos.
En primer lugar, expresé en mi “elegÃa†a la bodega la paradójica coincidencia entre el cierra de la misma y la celebración de la fiesta del queso, ya que ambas expresan conjuntamente la promoción, de mayor proyección regional, nacional e internacional, de nuestro afamado condumio. Afortunadamente, hay un hecho temporal- social que, sin dilación alguna, debemos aprovechar: las próximas elecciones municipales, insulares y regionales. En nuestro horizonte debe figurar la posibilidad de arrancarle a algún candidato (con posibilidades reales de triunfo) la recuperación, como patrimonio público, de la bodega. Si asà lo hacemos, y conseguimos que todos la incorporen a su programa electoral, es evidente que, al tener que ganar alguna de las diferentes opciones, tendremos, todos, motivos tangibles y sólidos para exigirles el cumplimiento Ãntegro de su promesa. El paso de promesa a realidad palpable es, a todas luces, factible. Me explicaré. Nuestra realidad polÃtica-administrativa, en este caso, se torna rica en posibilidades reales de adquisición, o sea, compra, del espacio que ocupaba la antigua bodega. Para muestra, un botón: en la vecina Gáldar, el Gobierno de Canarias es el dueño del solar donde se encuentra la Cueva Pintada y todo el espacio museÃstico. Es evidente que nadie ha puesto el grito en el cielo porque de los presupuestos regionales se tenga destinada una partida para la compra y adquisición de espacios que, por sus valores históricos, arqueológicos, etnográficos o paisajÃsticos, merecen ser patrimonio público para su perpetua conservación y disfrute de los canarios. Es indudable que, para los guienses, grancanarios y canarios, la combinación Bodega- Queso de Flor de GuÃa tiene un valor etnográfico y cultural inconmensurable. Ni el director de El DÃa se atreverÃa a desdeñarla. Seguro.
Por otro lado, empleemos aquellos silogismos que aprendimos de la lógica aristotélica durante el bachillerato. Si el Cabildo tiene dinero y el dinero se emplea,entre otras cosas, para comprar una bandera, hagamos de la compra de la bodega nuestra bandera y el cabildo se hará con la bodega. ¿O no? Otro motivo más. Si hay 450.000 € (unos 75 millones de pesetas) para la tronera- escultura que se levanta en el cruce de Bañaderos, ¿quién se atreve a sostener que no hay dinero para hacer de la Bodega, con todo lo que representa en la esfera cultural canaria, un espacio público? ¿Quién? Si hay alguien que se empeñe en negarnos esa posibilidad, señálenlo como el más que probable autor de la TeorÃa de la Conspiración. Seguro que fue él.
Por último. A pesar del enorme esfuerzo económico que supondrÃa para el erario municipal (¿erario?), el ayuntamiento podrÃa ser el comprador. Recordemos que con anterioridad ya se han adquirido inmuebles que han supuesto un gran esfuerzo económico. Por ejemplo, el cine Hespérides, que tras una inversión de más 300 millones de pesetas, se reconvertirá y abrirá pronto sus puertas como moderno Teatro-Cine para uso y disfrute de todos.
Creo que ahora sopla el viento a favor. La aprobación definitiva del planeamiento urbanÃstico y territorial municipal otorga al ayuntamiento un amplio margen para la adquisión de terrenos e inmuebles, bien por la vÃa directa de la recaudación dineraria a partir de las licencias de obra y, posteriores Impuestos de Bienes Inumebles, bien por la vÃa indirecta derivada de la obligada cesión de terrenos que tienen que efectuar los promotores urbanÃsticos al patrimonio municipal.
Siendo vicioso con el uso de la espiral y volviendo al principio, vuelvo a manifestar mi conformidad con el planteamiento de Antonio Aguiar: la bodega es una pérdida reparable. Ahora, eso sÃ: que, efectivamente, lo sea depende, exclusivamente, de nuestra voluntad. Y como recalcaba siempre mi madre: dame un hombre con voluntad que ése moverá montañas.
NOTA: Texto publicado en el Blog de Javier Estévez.
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Modificado el ( jueves, 10 de mayo de 2007 )
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O P I N I Ó N |
Lo Canario y lo Kitsch Por Diego Talavera
Desde la Transición democrática de los setenta hasta hoy se ha producido en Canarias una proliferación de manifestaciones artÃsticas populares (folklore musical, artesanÃa, fiestas tradicionales, etcétera) que han sido calificadas muchas veces como expresiones de mal gusto, chabacanas, horteras y últimamente le han aplicado el término kitsch. |
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