Cuando no teníamos apellidos (III)
Continuando
con este relato de Apelativos Guienses, hoy quiero hacer la tercera entrega,
donde, con la misma intención en lo que se refiere a consideración y respeto,
paso a enjuiciar a otra serie de familias de mi pueblo que siempre tuvieron a
gala lucir estos apelativos o pseudónimos, sin recibir el más mínimo desprecio
por parte de la gente que así los llamaba. Por Juan Dávila.
Era como un titulo o gentilicio que
los mismos protagonistas se arrogaban sin ruborizarse y en algunos casos lo hacían
hasta con orgullo, autodenominándose así en conferencias, en charlas y hasta en
pregones festeros donde se constituían dadas sus cualidades intelectuales. Así
tenemos; A los
“luginos”, Manuel que tuvo varios bares y su hermano Vicente Saavedra Santiago
el arriero que así les llamaban; los “pochibios”, formados por Manuel Pérez,
carpintero y músico y sus hijos Chanita, Cirita y Manolo; los “liberatos”,
residentes en la plaza de San Roque apellidados Saavedra, de cuya familia formaban
parte, Anselmo, Antonio ambos maestros y Josefina; los “risas”, apellidados
Rodríguez originarios de San Juan, donde destacaban Juan casado con una hija de
Paquito el Morrocoyo y sus hermanas casada una en San Roque con Antonio Moreno
y la otra en Gáldar con un Orihuela; los “del drago”, familia encabezada por
Faustino Roque Ramos y sus hijos de los cuales destaco a Faustino, Mercedes,
Daria, Ventura, David Roque Díaz y otros; los “del capellan”, encabezados por
Pablo Díaz, conocido también por Pablo el del drago y sus hijos, Pepe, Juan
Dolores, Lile Díaz Moreno y otros más; los “Gabetas” o “Gabetos” naturales de
San Roque, familia formada por varias hermanas, entre las que destacaban
Consuelo, Antonia etcétera; los “mancos”, también naturales de San Roque,
familia en la cual sobresalía, Prudencia con sus hijos, Isidro, Blas, Carmensa
y Pepe conocido por el chino y Angelito el manco y sus hijos, Carmensa, casada
con Manolo el Sucuruco, Cuco y otra hembra de la cual no recuerdo su nombre;
los “tisnaos”, así se le llamaban a los hijos de Isidrito Pérez y Chonita
panaderos y reposteros, Tino y Nando; los “Lindos” eran los que formaban la
familia de José González conocido por el lindo y su esposa Dionisia Moreno, y
sus hijos Pepe el rubio, Isaías, Suso el Campanera, Luís el cartero y su
hermana; los “pelus” así llamaban a Perico y Pepe carpinteros que vivían en el
Callejón del Molino; los “baratos”, descendientes de un cabo caminero que vivía
junto al vivero de obras publicas al final de la cuesta Silva en el barranco de
Moya, un hijo suyo tuvo o tiene un taxis en Guía; los “Paponas”, así eran
conocidos el padre Pepe y sus hijos, uno de los cuales tiene hoy un bar en la
residencia del barranco, también se le daba este apelativo a un hermano de Pepe,
llamado Santiago ausente de nuestro pueblo hace muchos años; los “Sardinas”,
apellidados Candelaria cuya familia estaba formada por el padre conocido por
Juan “Sardina” y sus hijos, sobresaliendo entre éstos Lalo, Luís, Carmelina y
otros; los “Bodegueros”, apellidados Gil y Romero, en un principio se llamo así
al padre Santiago Gil Cabrera, ahora la detentan Chago el del queso y sus
hijos; los “de tita”, así se llamaron siempre a los hijos de Tita Estévez,
casada con Antonio Castellano; recordar entre éstos a Pepe conocido por Penre,
María Teresa, Tita y otras; los “temporales” que eran también “Clavellinas”,
cuyos principales portadores de tal denominación recaía en Juan Pedro, Antonio
el de Norberta –padres de Totoño pregonero que fue de las fiestas de la Virgen el pasado año de
2006-, y Zaragoza la mujer de Juan Montesdeoca; los “Carneros”, denominación
que le daban a los hermanos Pedro, Pancho, Manuel, Lala y a la mujer de Pedro
Porin, que se apellidaban García; los “Cuevas”, descendiente de Vicente Cueva (de
apellido Estévez), una familia muy extensa, en la misma estaban integrados los
hijos de Gabriel el tigre, los descendientes de Perico y Juan, conocidos por
los Albeadores, incluso Quenque era miembro de esta familia muy estimada y
querida en Guía; los “Reinosas”, descendientes de Sebastián Martín Castillo,
originario de Gáldar conocido por Chano el Reinosa pero casado en nuestro
pueblo y sus hijos Chano, Rita, Paco, Milagrosa, Manolo y Tino; los “Baldomeros”,
descendientes de señora Baldomera, cuyos hijos que más recuerdo son a María la
del Cafetín, Tomas, que emigro a Venezuela, Ñoño que fue taxista y la mujer de
Juan Sardina; los de la “Huerta”, Antonio que fue toda su vida marchante, Nicolás
y Marcelinita Jiménez, madre de Mercedes recientemente fallecida, esposa que
fue de Francisco Miranda Santiago (Pancho Serío). Aparte de
estos apelativos tan lucidos, aplicados a tan diferentes familias guienses,
habían otros los cuales eran sinónimos de un solo personaje; así teníamos a
Blas Moreno conocido por el Suaje, a Chano el Piropo, al 7 Machos, a los Colasa
y los Mausa; a Manuel Martín, conocido por el Málaga, a Manolo Vega –hermano de
Paquito el Canuto-, llamado el “Fatiga”, a José Aguiar, al cual le decíamos
Pepe Pichón, que siempre fue auxiliar en la farmacia de Fernando Guerra, Pancho
Villa, abuelo de Paco el técnico en electrónica y primo de Antonio Aguiar Díaz,
de los “Canutos”, José Viera, al cual le llamaban Romanones, la cojita
barrendera municipal y tantos otros que seguirán surgiendo como complemento de
la historia de nuestro pueblo. Ni que
decir tiene que a todos estos personajes que he citado siempre les tuve en gran
estima, y mi reconocimiento hacia ellos esta lleno de afecto y cariño. Recordarlos
ha significado para mí volver a entrar de lleno en los quehaceres de mi añorado
pueblo del cual llevo muchos años ausente pero al que nunca he olvidado.
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
Apelativos
guienses (I) |