Cuando no teníamos apellidos (2ª parte)
Siguiendo
la trayectoria que inicié hace unos días y a modo de segunda parte, hoy quiero
continuar con este tema tan sugerente como son los Apelativos Guienses,
partiendo siempre de la premisa del respeto y la consideración hacia todas esas
familias que han lucido estos apelativos con orgullo e hidalguía. Por Juan Dávila.
Como ya dije
no es mi intención originar en estas familias sentimiento alguno de repulsa
hacia mi persona por expresar la denominación hasta cierto punto graciosa de
sus consabidos apelativos ya que al expresarlos mi respeto es total, y al
mencionarlos lo hago como algo propio de la historia de Guía. Así tenemos:
A los “meicos” y los “chicharos” de Anzo; los “mecos” y
“conejeros”, formados por los matrimonios de Juanito y Pepito Caballero con las
hermanas Rodríguez, Carmen y ¿, y sus hijos, Pepe y Lita, Bella, German, Juan José,
Carmen Rosa y Toni; los “pájaros”, una familia muy extensa mezclada con los
“panaderos” descendientes de Manuel Concepción, Lola, Niña, Rosita, Antoñita, Manolo,
Nieves, Juan, los descendientes de Antonio el pájaro, Lolina y su hermana,
Perico y otros; los “pavos” como se le conocían a los leones que habitaban
frente a la plaza chica, formados por Pablito León padre y sus hijos Santiago,
Pablo, Chano, Pepe, Manolo León y hermanas; los “pianistas” con Paquito
González y sus hijos, Chana, Paco, etcétera; los “cubanos” que estaban formados
por tres familias diferentes, la de Celestina la partera casada con Guillermo
Moreno y sus hijos, Santiago estimado luchador conocido por Cubano I, Ana Rosa,
Mimi, Sarito, Bebita y Felo ex guardia civil; los de María Luisa con sus hijos
Santiago insigne luchador de la lucha canaria conocido como Cubanito II, Felo y
algunos hermanos mas; los de Isidro Galván y sus hijos destacar entre estos a
Salustiano que estaba casado con Pura Alemán Martín cuya hija única esta a la
vez casada con Antonio Moreno Miranda conocido por Nono; los “respingos” que
vivieron en la calle Medico Estévez, familia esta que estaba formada por Juan
Suárez Mendoza casado con Isabel Díaz y sus hijos Lolita, Luís, Milagrosa y
Yaya; los “cascaras” parientes de los anteriores con Pepita cascara en primera
persona y sus hijas e hijos donde destacaban Pepita, Gloria, Pepe, Paco,
etcétera; las “ortegas” hermanas de mi bisabuela formadas Elena, Carlota y
María, que se decían eran muy alegantinas; los “herreros” formados por la
familia de mi abuelo materno Juan García Lorenzo y sus hijos, Juan, Cristóbal,
Pepe y Camilo, -hermanos de mi madre-; los “sordos”, destacaban en esta
familia, Pepe el sordo zapatero, y sus hermanos entre otros Antonio y Mercedes,
casado con Paca Dávila y sus hijos, Carmensa y Paco; los “ferrujes” cuya figura
principal la ostentaba Manuel Armas Santana, y sus hijos Manolo, Efrén y Purita;
los “gatos” una familia bastante numerosa, ya que los componentes de la misma
estaba diseminados especialmente por la Atalaya y Becerril, así teníamos a Julia la gata
y sus hijos e hijas y en Guía casco a Anita madre del que fue insigne alcalde
de nuestro pueblo Juan García Mateos; los “pepiyiyos” formados por los hermanos
Sosa Oliva, Pepe, Pedro, Manuel, Vicente, Isabel, Ines, Fefa, Escolastica,
etcétera; los “suárez” como eran conocidos maestro Pedro Suárez zapatero,
casado con Fefita Ossorio Ortega y sus hijos Manolo conocido por Yoyo, Pepe
llamado el culiche y Paca a la cual se la conocía por suarita; los
“sacristanes”, descendientes de un viejo sacristán (abuelo de Manolo Moreno
Miranda) y sus hijos, Guillermo, Dionisia, Manuel, Francisco ex guardia
municipal, y otros; los “papas”, así se denominaban a Bartolomé Sosa, casado
con Manuela Galván y sus hijos, Urbita, Adilia, Wilgis, Zunilda y Fulgencio;
los “meinas”, formados por la familia de Antonio Aguiar, casado
con Conchita Castellanos y su hijo Antonio muy dado a la electricidad y la
radiodifusión, los cuales también era chirgos, vivieron siempre por encina de
la carnicería vieja. En estos
dos capítulos he intentado plasmar a todas las familias guíenses, que con más o
menos relevancia lucieron estos apelativos llamativos por su contexto, pero que
jamás significaron desde el punto de vista social menosprecio alguno, para el
conjunto de tantos ciudadanos de mi pueblo que siempre supieron estar a la
altura de las circunstancias revelándose siempre con una gran personalidad,
luchando con gran tesón para que Guía de Gran Canaria fuera un pueblo tenido en
cuenta en cuantos estamentos su nombre fuera invocado. Si este trabajo ha
dañado a alguien ruego mis más sentidas disculpas, nunca fue mi interés así
hacerlo teniendo como premisa fundamental mi mayor respeto a todos ellos.
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Apelativos
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