Sigfrido, descansa en la paz del Señor
por Gloria Betancor
Apenas
seis meses de la partida de mi hermana Marisol, el dolor se empeña en
visitarnos, el trago amargo de la separación sigue llegando a nosotros,
esta vez, de forma sorprendente, de repente. Duro golpe que, otra vez,
la fe nos pide encajar, asumir… tras la muerte de mi cuñado Sigfrido,
un verdadero hermano. En este Adviento del 2015, Sigfrido ha salido al
encuentro del Señor con la lámpara encendida de su buen corazón.
Hoy quiero dar gracias al Señor, por Sigfrido que, junto a Marisol, supo cuidar y educar a sus hijos en los valores cristianos con el ejemplo; por las lecciones de amor y sencillez que de él recibí constantemente. Su andadura por esta vida fue siempre gratificante, sin complicaciones; cuanto dolor y amargura escondió en su gran corazón tras la muerte de Marisol, su compañera del alma. Detrás de esa sonrisa bonachona que siempre tenía, en sus ojos, espejo del alma, se le veía el dolor por la separación, aunque siempre terminaba diciendo: “El Señor lo quiso así”, porque su fe y confianza en el Señor siempre fue su fuerte en los distintos momentos de su vida.
Hoy quiero dar gracias a Dios por sus hijos que en todo momento se desvivieron por hacerle feliz, por cubrir esa huella de dolor que le dejó la muerte de su esposa. Los dos, desde el Cielo velarán por ellos y les acompañarán, como siempre lo hicieron, en los avatares de la vida, para que confiando en Padre Dios, busquen siempre la unidad y la verdad.
Hoy quiero dar gracias a todos los aquí presentes, a todos los que nos acompañan en este trago amargo de la vida, los que nos ayudan a recuperar la esperanza, los que rezan con nosotros por Sigfrido y Marisol. Gracias de todo corazón. A pesar de este gran vacío que sentimos, de las lágrimas contenidas, de la añoranza por los recuerdos lindos que vivimos, seguimos hacia adelante porque la verdadera Vida vencerá y una gran fiesta nos reunirá. Sigfrido, descansa en el SEÑOR, con Marisol, unidos en un solo corazón. Que la Virgen de Guía los siga arropando bajo su manto.
SANTA MARÍA DE GUÍA, 1 DE DICIEMBRE DE 2015
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