jueves, 19 de noviembre de 2015 |
La Residencia Tarazona, un ejemplo profesional y humano
por Amado Moreno
Acabo
de perder a un ser querido, tras poco más de un año ingresado en la
residencia pública de mayores, Tarazona, ubicada en La Atalaya de GuÃa.
Su estancia allà me ha servido, como a otras muchas familias en casos
parecidos, para constatar la eficiente ejemplaridad de un centro
público gestionado de modo profesional y humano por el conjunto de su
personal, pese a sus limitados recursos y haber sido vÃctima de recortes
como tantos otros. La entrega y dedicación de los agentes sociales a su
tarea con nuestros mayores merecen hoy por mi parte un reconocimiento
máximo. Pueden existir opiniones divergentes al respecto, que son
comprensibles en una actividad multidisciplinar y complicada como la
aludida. De existir tales divergencias cabe considerarlas igualmente
respetables y no anulan la opinión que aquà se observa en términos
laudatorios para el objetivo de este texto.
Sostenemos que los fallos o imperfecciones, que los hay como en toda labor humana, merecen la indulgencia en la medida que no son relevantes, ni atribuibles a la desidia de su colectivo laboral. Este es digno de nuestro elogio ecuánime en las figuras de su coordinadora Cecilia Viera, la enfermera Daura Molina, y la trabajadora social Cathaisa Pérez, como representantes significativas de todos los trabajadores y trabajadoras del centro Tarazona. No regatean esfuerzos para que los mayores se sientan integrados de verdad en una gran familia y no extrañen la ausencia de su hogar de toda la vida. No es fácil conseguirlo, pero lo intentan derrochando sonrisas y afecto con los internos, aparte de los conocimientos en su especialidad.
Además, con la apertura de un centro de dÃa en el casco urbano de la ciudad guiense, meses atrás, la residencia Tarazona mejoró extraordinariamente aún más la atención a sus mayores al liberar espacios saturados por la presencia de aquellos beneficiarios, ahora trasladados.
Es de justicia reconocer también que el adecuado funcionamiento de esta residencia es el resultado de la intervención coordinada de tres administraciones, Gobierno regional, Cabildo de Gran Canaria y ayuntamiento de GuÃa, cuyo municipio debe sentirse satisfecho y orgulloso de contar con un centro modélico de estas caracterÃsticas. El Hospital de San Roque guiense, dicho sea de paso, tampoco le va a la zaga como referencia de prestación sanitaria para la comarca Norte, con otro personal excepcional de EnfermerÃa, apoyándose en el Hospital Dr. NegrÃn cuando lo requiere la ocasión.
Al hacer balance de la experiencia de la que he sido testigo directo, debo confesar con enorme gratitud, finalmente, que el ser querido que acabo de perder vivió un año más con cierta calidad gracias en gran parte a los desvelos profesionales y a la humanidad de la residencia Tarazona y del Hospital San Roque de GuÃa, donde permaneció también ingresado unos meses.
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Modificado el ( viernes, 20 de noviembre de 2015 )
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