LAS MEMORIAS DE DON BRUNO QUINTANA QUINTANA

PÁRROCO DE GUÍA (1943-1982)

 

Un retrato al óleo del doctor don José Blanco

Bien conocidas y admiradas han sido siempre por todos los hijos de Guía la personalidad social y el prestigio profesional, como doctor en medicina y cirujano, de don José Blanco Hernández. Su cultura irradiaba por casi todas las esferas del saber, al igual que su fama como médico, que aleteaba por todos los pueblos del Archipiélago canario y por muchos de la Península. Su admiración por las Bellas Artes esa grande, sobre todo por la pintura, a la que dedicaba gran parte de sus ratos de ocio.

Pero mi recuerdo para él va hacia algo cercano a la Parroquia de Guía. Don José, sintiéndose muy complacido por las obras de restauración y embellecimiento del Camarín de la Virgen de Guía que llevaba a efecto un grupo de personas entusiastas por la renovación del templo parroquial y sus estancias –el grupo "Amigos del Camarín"- y los jóvenes artista naturales de esta Parroquia que realizaban verdaderas obras de arte, quiso rendir un sencillo homenaje de admiración y recuerdo a todos los que cooperaron a que fuese una realidad la maravillosa renovación y enriquecimiento artístico de esta zona donde permanece la Virgen. Y para ello determinó, por su cuenta y riesgo, realizar un retrato al óleo de este párroco. Lo pintó en su domicilio de la calle León y Castillo-Marqués del Muni y se complacía mucho, cuando alguien acudía a su despacho de galeno, en preguntarle a quién se parecía el personaje diseñado y plasmado en el lienzo. Cuando el visitante acertaba, se llenaba de íntima satisfacción, adivinada por sus gestos y el elocuente rictus de su semblante.

Ya terminado el retrato, su autor grabó en el reverso del mismo la siguiente leyenda, que copio a la letra: Reverendo señor don Bruno Quintana y Quintana. Párroco de Santa María de Guía. Durante su mandato desde 1.943: Trono del Sepulcro y Cristo Yaciente, talla en madera de don José de Armas Medina, donativo de la Excma. Sra. Doña Eusebia de Armas Almeida. Trono de la Virgen y Baldaquino de plata repujada, donativo del Excmo. Sr. Don José Samsó Henríquez. Camarín de la Virgen y obras complementarias ejecutadas con donativos populares, inspiradas y dirigidas por Don Néstor Álamo Hernández. Colaboraron: Señorita Juana López Moreno, pintora; don Fortunato Estévez Galván, don Francisco Miranda Santiago y don Juan Serrano Moreno, tallista. Todos de esta ciudad de Santa María de Guía. Hecho y donado –el cuadro- a la parroquia por don José Blanco Hernández, doctor en Medicina y Cirugía. Noviembre de 1.967".

Luego me lo envió acompañado de una carta autógrafa en la que expresa sus deseos acerca del mismo, por lo que, para conocimiento de todos, la transcribo literalmente:

"20 de septiembre de 1.969. Reverendo señor don Bruno Quintana. Mi respetable y muy querido amigo: Mi salud precaria me ha impedido ir a ésa como eran mis deseos. Como no sé cuál será mi porvenir, me permito con estas letras acepte el modesto trabajo que hice don la pretensión de hacer un retrato al óleo de usted. De haber sido una obra de arte hubiese elevado mis pretensiones al máximum de mis deseos. De que fuese colocado en el Camarín de la Virgen, cuyas obras usted tanto ayuda. Caso que hubiese dificultades recíbalo usted –y con ello me honraría mucho- como un modesto obsequio".

Esta fue la carta, impregnada de bondad y cortesía, del famoso doctor y también pintor don José Blanco, con la que me manifestó su última voluntad respecto del retrato al óleo de este modesto párroco, realizado a impulsos de su entusiasta admiración por la obra, que él califica de maravillosa, llevada a término en el Camarín. Nosotros, por gratitud y por satisfacer sus deseos –y porque los expertos y entendidos en pintura artística la han considerado una obra bien lograda, con viva expresión y correcto trato de paños-, determinamos colocar el cuadro en el espacio que existe sobre la puerta de la entrada a la "Sala de prendas de la Virgen" y, junto al retrato de referencia, la carta autógrafa –en un sencillo marco- como documento fehaciente de la última voluntad del ilustre doctor.

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