LAS MEMORIAS DE DON BRUNO QUINTANA QUINTANA

PÁRROCO DE GUÍA (1943-1982)

La Virgen de Fátima en la "Cuevita del Brezal"

Las memorias de don Bruno, en su apartado dedicado al recorrido de la Virgen de Fátima por los distintos núcleos de Guía, se detiene en el 23 de diciembre de 1951, cuando la imagen peregrina hacía su recorrido entre Casas de Aguilar y El Palmital. Un segundo hecho noticiosa se produjo entonces, que el párroco guiense recoge con todo detalle...

(Por la transcripción: B. DE V.)

"Aquella jornada se convocó a todos los fieles, a las cuatro de la tarde, para despedir a la Virgen en su marcha hacia Moya. Sobre las cuatro de la tarde, con el rezo del Rosario y cánticos marianos, emprendimos la subida hacia Casas de Aguilar.

Se había hecho notar en todos esos días, a pesar de estar en invierno, un tiempo realmente apacible, con temperaturas agradables y con un sol claro y tibio. Pero en esta despedida, el cielo encapotó y a la hora de salir empezó a lloviznar tiernamente durante el trayecto hacia Barranquillo Frío, pero después de cruzarlo la lluvia arreció de tal manera que nos vimos obligados a refugiarnos con el trono de la Virgen en una gruta existente a la derecha de la carretera del Brezal a Moya. Como quiera que, en algunos instantes, la lluvia era torrencial, permanecimos allí durante un cuarto de hora, prosiguiendo la marcha cuando amainó y se quedó en otra ligera llovizna. En El Palmital, los padres misioneros dirigieron a los vecinos una fervorosa plática, acto que se desarrolló en el salón-capilla existente en el lugar, prestado por don José Vega Castellano. Posteriormente, la peregrinación continuó hacia Moya, acompañada de multitud de fieles atraídos por los encantos de la Virgen y emocionados por el "milagro de las palomas", que continuaban en el trono ajenas a los ruidos y estampidos que, de ordinario, las hacen marcharse en rápido vuelo.

Luego, comentando lo sucedido y reflexionando sobre el episodio de la lluvia que nos cayó en el trayecto hacia El Palmital, y que precisamente cuando la imagen llegó a la gruta -y no antes ni después- el agua arreciase de manera tan espectacular que nos obligó a refugiarnos, nos vino a la mente la posible voluntad de la Virgen de que se colocase y diese culto en el lugar a una pequeña imagen suya. Movidos por un resorte misterioso, adquirimos de inmediato una pequeña figura de Fátima en la Librería Santa María de Guía, para colocarla en aquella gruta a la veneración de los fieles. Y al buscar un lugar adecuado para su ubicación, grande fue nuestra sorpresa al encontrar en el fondo y en lo alto de la gruta una piedra lisa, adosada a la roca de siempre, de unos 25 por 15 centímetros, muy apta para colocar en ella la imagen y con la base suficiente.

Para la entronización de esta imagen en la gruta se celebró un solemne tridúo en el salón-capilla de El Palmital, predicado por don Juan Nuez González. Bendecida la misma, se llevó procesionalmente hasta la gruta, donde fue colocada en medio de vivas y cánticos en su honor.

Allí permanece desde diciembre de 1951, vinculada al barrio de El Palmital y visitada y venerada por vecinos y transeúntes que la conocían o se sorprendían al pasar por aquella gruta siempre llena de flores. Todos los años, el día 13 de mayo, se congregan en aquel lugar tan bello del Brezal de Guía numerosas personas, muchas de ellas haciendo largas caminatas. Incluso las escuelas nacionales de estos contornos, autorizadas por sus superiores, acuden con sus maestros a la Gruta del Brezal para venerar a la Virgencita de Fátima y pasar luego el día alegre y sanamente bajo la fronda de los árboles autóctonos que componen el pequeño y atractivo bosque.

La devoción a la Virgen de Fátima en la Gruta del Brezal aumentó de año en año de tal forma, que la función religiosa se ha tenido que celebrar en un bello "anfiteatro", una hondonada que existe en Barranquillo Frío a poca distancia de la Gruta, donde el altar es montado en un altozano, en el patio de la casa de la familia de don Pedro García Díaz.

La nota característica de la Virgen de Fátima peregrina ha sido siempre el que las palomas se posen en su trono y permanezcan en él. Pues bien, en lo alto del interior de la gruta, a pesar de estar al mismo borde de la carretera, varias palomas fueron a anidar y permanecen allí, ante el asombro de la gente, que jamás había visto anidar estas aves en la zona. Este hecho insólito lo estimo como exponente claro de que la Virgen quiso y quiere que en aquel bello escenario se le tribute veneración y sea para siempre lugar de peregrinaje".

VOLVER AL ÍNDICE DE LAS MEMORIAS

VOLVER A LA PÁGINA PRINCIPAL DE LAS MEMORIAS