Guía de Gran Canaria

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NÉSTOR ÁLAMO Y GUÍA

Por Juan Dávila-García

Ya es hora y tiempo de que los guienses, empezando por sus autoridades, olvidemos el encono inusual al que hemos tenido sometido a nuestro elocuente paisano Néstor Álamo Hernández por su comportamiento, de obviar sistemáticamente la existencia del pueblo que le vio nacer, si alguna vez lo hubo. Es el momento de pasar página. Ahora que con toda justicia se van a rotular algunas calles de mi pueblo con los nombres del cronista oficial de la ciudad Pedro González-Sosa y Santiago Betancor Brito, estimo que es hora de que nos acordemos del autor por antonomasia de las hermosas y más emblemáticas canciones -jamás igualadas- compuestas por este insigne paisano, que han dado la vuelta al mundo gracias a las preclaras voces de Antonio Machín, Mari Sánchez, María Mérida, Alfredo Kraus, Olga Cerpa y por grandes conjuntos musicales, como Sabandeños, Gofiones, Mestisay y otros de elocuentes connotaciones.

Néstor Álamo, autor de infinidad de obras de gran simbología ancestral, ostenta un record dentro de la geografía canaria en esta materia y, por consiguiente, el pueblo de Guía debe dedicarle el nombre de una calle, una plaza o de algo que denote la gratitud, relativa al menos si se quiere, de un preclaro hijo guiense que demostró toda su vida una sapiencia e inteligencia fuera de lo común, no solo como compositor, sino también como funcionario del Cabildo, archivero y bibliotecario -estas dos ultimas facetas las acreditó en el Museo Canario, si no con tal denominación si al menos como "ordenador y recopilador" de la ingente documentación existente en la citada Institución, que no estaban debidamente ordenadas y clasificadas y él consiguió hacerlo. Insignes intelectuales, escritores y periodistas de la época, tales como Luís Doreste Silva, Eduardo Benítez Inglot, Pedro Perdomo Acedo y otros celebraron siempre las grandes actuaciones nestorianas en todas sus actividades.

Néstor Álamo fue para Gran Canaria, para Guía sin dudarlo, lo que Miguel de Cervantes para la Mancha, salvando las distancias. Sin embargo el pueblo guiense sigue con ese empecinamiento de no otorgarle lo que estimo -al menos desde mi punto de vista se merece- el homenaje y el reconocimiento a una dilatada vida dedicada a proclamar y alabar la hermosura y las bellezas de Gran Canaria, en forma de melodiosa música revestida de elocuentes cantos y bellos poemas. Es cierto que Néstor se olvido de cantarle a Guía y a la Santísima Virgen, pero el rencor tiene un limite y pienso que después de tantos años transcurridos desde su nacimiento -este año toca celebrar su centenario-, debíamos condonarle ese comportamiento que posiblemente tenga su justificación, la desconozco, pero es posible que exista.

Por los comentarios que algunas veces oí en mi casa, especialmente a mis tías más mayores, en especial a mi tía Dolores -quien le hizo a Néstor en más de una ocasión corbatas de pajarita, dada la amistad existente entre ellos-, que nuestro personaje siendo joven había sido muy criticado en Guía. Quizá pudiera ser este el motivo que le indujera a olvidarse de su pueblo, al menos en lo relacionado con sus canciones. Néstor visitaba su pueblo natal con bastante frecuencia, recuerdo verlo hablando con mi padre y sentado en la plaza, y especialmente visitando a sus padres y más tarde, al fallecer Salustiano Álamo, a su madre. Recuerdo verlo también en el camerino de la Virgen, cuando Juan Serrano y Juana López trabajaban en el mismo, tallando el primero y pintando con la gran maestría que poseía la segunda.

Estimo oportuno decirle a mis paisanos que perdonemos a Néstor su forma de proceder al respecto y que todos unidos le exijamos a las autoridades le concedan el beneficio de que una de sus calles lleve inscrito su nombre. Se han hecho muchas cosas cuyo protagonismo a recaído en su persona. Recordar el magnífico trabajo llevado a cabo por Mestisay, con Manolo González y Olga Cerpa al frente, cuya configuración, a modo de opereta, relató paso a paso la vida de este insigne guíense bajo la denominación "Querido Néstor", que tanto éxito tuvo y esta teniendo y que según me comenta alguien muy cercano a este grupo le está dejando pingües beneficios; hasta la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria desarrolla en sus conciertos tan significada composición, basada en ligar musicalmente sus obras más importantes desde el punto de vista melódico a modo y manera de unos cantos canarios cosa que ha sabido hacer con gran acierto el citado Manolo González.

Si los guienses queremos que nuestro pueblo vuelva a reverdecer en sus laureles empecemos por reconocer los meritos de sus hijos, y sería muy acertado darle a Néstor Álamo el valor que se merece por su inconmensurable obra, quizás la más importante y prolifera de cuantos compositores canarios han escrito a lo largo de su vida sobre la denominada Canción Canaria. Néstor se merece con todos los honores que su nombre figure en Guía -en una calle, plaza o parque-, aunque nos quede ese desabrido resquemor de que no fue todo lo patriota que debió ser. Estimo que el rencor que Guía siente hacia su persona debe ser olvidado para siempre, y reconocerle el indudable valor que de alguna manera ostento en su dilatada vida.

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Juan Dávila-García

jocdavila@yahoo.es

Agosto de 2006.

info@guiadegrancanaria.org

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