lunes, 24 de agosto de 2009
GUÍA, CONVERGENCIA DE CULTURAS

ImagePor Nicolás Guerra Aguiar

Hay pueblos que tienen más suerte que otros. Hay pueblos que, con sagacidad, inteligencia y amplio conocimiento de las ofertas eligen para la política local a personas más que a partidos, a candidatos con nombres y apellidos. Y esto a pesar de que, las más de las veces, han de apoyarse en aquellas superestructuras políticas que arrollan, imponen criterios e impiden por ejemplo que decenas de miles de votos sirvan para la auténtica representa-ción democrática en el Parlamento de Canarias.

Y a esta ciudadanía prudente, observadora y desapasionada que elige con sabia decisión a quienes deben ordenar sus municipios, regular las actividades cotidianas y proyectar con perspectiva de futuro poco le importa, me parece, el entramado político que se organiza en torno a su candidato. Los ciudadanos saben quiénes son los aspirantes, cuáles sus proyectos, qué se les puede exigir porque los conocen del día a día, de la calle, de los rincones y de las palabras ordenadas, pensadas, las que "van a misa".

Ésta fue la decisión que un pueblo del Norte grancanario, Guía, tomó hace años, y me parece que con acierto. Queda claro que la reelección de la lista encabezada por el actual señor alcalde no obedece a casualidades ni la clarísima diferencia obtenida en las últimas elecciones es producto del azar. Cuando sobre un total de nueve mil votantes se obtiene más de la mitad de los votos, la cosa está clara.

Y se trata de un pueblo que, hasta hace poco, permanecía apagado, anclado en las reminiscencias del pasado, aquel que la burguesía conservadora -a veces con ínfulas aristocráticas- había petrificado para cerrarlo a cualquier avance o modernización de vitales importancias. Vivió Guía un tiempo en que nada se sabía de ella, clausurada como en cerril monasterio que cerró las puertas hacia la calle y limitó el mundo a su claustro, a sus rezos, a su propio cementerio interior porque misticismos y ascetismos eran lo único importante, lo que les importaba.

Pero hoy, por suerte, rompe sus clausuras, recoge las negras telas que impedían el paso de la luz y el pueblo se inunda de claridades, de culturas, de actividades que son, sin duda, las que marcan los ritmos de aquella zona de Gran Canaria. Y así, artes y letras, guitarras y bandurrias, Mozart y metáforas, isas e imágenes del pasado se conjugan, se identifican, florecen como en éxtasis culturales porque el pueblo de Guía, al fin, quiere conservar su pasado pero desde el presente, desde lo Cultural.

Con doña Rosa María Martinón, el I Certamen de Piano Juan Blanco, que reclama a los mejores intérpretes de Mozart; la II edición del Concurso de Poesía Bento y Travieso, que fuera secretario del Ayuntamiento de Gáldar; el II Campus Universitario de Estudios Canarios; la adquisición del fondo fotográfico Paco Rivero; el XV Encuentro de Guitarra Clásica Ciudad de Guía; la apertura de la Casa-Museo Néstor Álamo (futura sede de la Fonoteca de Canarias)? son ejemplos del quehacer intelectual y cultural de un pueblo ante el que, como grancanario universal y norteño, muestro mi satisfacción. Y siento también como mío.


NOTA: EL TEXTO -incompleto- HA SIDO EXTRAÍDO DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN LAPROVINCIA.ES EL 24.08.09



Modificado el ( lunes, 24 de agosto de 2009 )