lunes, 23 de julio de 2007
AZUL

Relatos cortos (2)

Erasmo Quintana

Esta mañana me he tropezado –como es costumbre- con el ciego que vende cupones en la esquina de la calle de mi casa. Todos los días que voy de camino al trabajo paso a su lado y me saluda porque conoce el taconeo de mis zapatos. Un buen día el ciego, Zacarías es su nombre, parándome en seco me pidió que le describiera el color azul del cielo, a él, que es ciego de nacimiento. Ante tan extraña solicitud me armé de valor y, sentándome a su lado, empecé diciéndole que el azul del cielo infinito es uno de mis colores preferidos porque me infunde profunda alegría en mis momentos bajos de ánimo. El color azul –seguí diciéndole- es un estado de paz en el alma: conduce los buenos sentimientos y embriaga de felicidad las relaciones humanas. Contrariamente al color rojo, que te irrita y te incita a la inquietud y al malestar sintiéndote incómodo, lo contrario del amarillo, que te enerva, el azul da tranquilidad y un bienestar prolongado y remansado.

Azul es la mano amistosa que se posa en tu hombro para expresarte el aprecio del amigo que te quiere bien. Azul es el cumplido que te hace el caminante, y azul es el fresco aire que acaricia tu semblante con la pureza de la brisa.

El color azul es esos momentos en que te sientes pletórico porque, no sabiendo muy bien por qué, estás rebosando alegría, sobrado de bienestar y felicidad.

Erasmo Quintana Ruiz   
Las Palmas de Gran Canaria     -    julio/2007




Modificado el ( miércoles, 31 de diciembre de 2008 )