El cronista de Gran Canaria. José A. Alemán
lunes, 23 de abril de 2007
Por José A. Alemán

Aunque las arbitrariedades peperas, debidas a su concepción patrimonialista del poder, no son nuevas, no dejaré pasar la penúltima respecto al nombramiento por el macho Soria del cronista de Gran Canaria.

No entraré en comparaciones que están a la vista porque sí quiero decirles que no es justo el relegamiento de un hombre como Pedro González Sosa. Muchos de los que no conocen los entresijos amicales y clientelares del PP se han sorprendido porque lo consideraban el adecuado para el cargo. Que no es mi caso, pues estoy curado de espanto respecto a los sujetos que manosean la isla. Conozco a Pedro de siempre. Era el periodista rival al que había que marcar; con lealtad de colegas pero sin renunciar hacerle la puñeta, faltaría más. En lo que él tampoco era flojo. Lo vi durante años batirse el cobre de la información municipal y cabildicia por cuenta de El Eco de Canarias y luego en su última etapa profesional al frente de la agencia Efe. Fue, a los efectos que me ocupan, cocinero antes que fraile. Tengo infinidad de recortes suyos sobre asuntos isleños que me han sido muy útiles; muchos de ellos referidos al municipio de Guía, del que es cronista oficial. Y tengo un buen número de sus libros, entre los que destacaría la biografía del canónigo Gordillo, que fuera presidente de las Cortes Constituyentes de Cádiz y que es, dicho sea de paso, uno de mis personajes históricos favoritos. González Sosa le siguió la pista por archivos canarios, peninsulares y cubanos para ofrecer un perfil de Gordillo; como se ha ocupado asimismo del imaginero Luján Pérez, que llena nuestra Semana Santa, además de ser autor de una historia de Guía y figurar en la Real Academia de la Historia de España, en la de Venezuela y en el Instituto de Estudios Canarios de la Universidad de La Laguna. Sé que importunarán a Pedro estas líneas. Pero son necesarias aunque sólo sea para poner de manifiesto que los responsables culturales del PP son incapaces de reconocer los merecimientos ajenos y ni siquiera saben quién es quién. No sólo ignoran y persiguen a los que no comulgan con sus postulados sino que extienden su aversión a personas que, como González Sosa, no les son hostiles porque no están en la batalla política ni les interesa perder el tiempo en algo tan horrible y degradante como el alterne social con quienes mandan y gustan de la adulación. No cuenta el PP con nadie que sepa y eso se nota demasiado.

PUBLICADO EN "A MODO DE VER Y MANERA": CANARIASAHORA.ES (23.04.07)



Modificado el ( domingo, 04 de noviembre de 2007 )