viernes, 09 de marzo de 2012
ASESINATO EN MI CASA
Un relato de Braulio A. García

Me acabo de enterar, con absoluta consternación, que en mi casa se ha cometido un asesinato repulsivo: alguien ha matado, de forma innecesariamente cruel, a la gallina negra del pescuezo pelao, la 'única que estaba poniendo, religiosamente, cada dos días. Probablemente la víctima fue sorprendida fuera del espacio vallado dedicado a las aves de corral y abatida por el malhechor, o malhechores, antes de que pudiera cacarear pidiendo auxilio.


Cuando la persona que se encarga del cuidado de la casa en mi ausencia descubrió la horripilante escena, de inmediato dio cuenta a la Guardia Civil. Llegaron varias parejas del Seprona, avisaron al juez y procedieron al levantamiento de las pocas plumas que quedaron de la occisa.



Como sospechosos principales, aunque todavía sin imputación, figuran Chacha y Rebenque García, los perros guardianes de la casa, dos elementos con bastantes antecedentes. 


En el prontuario de estos dos personajes figuran delitos tales como ataques sangrientos a dos inocentes ovejas pelibuey; asesinatos de varios gatos de la vecindad; e intento de asesinato en la persona de un ratón erizo, hecho que no pudieron consumar gracias a las afiladas púas del asustado roedor.

Estos dos peligrosos delincuentes, haciendo gala de un cinismo malévolo, han tratado de implicar a Gara, la chihuahua centenaria (ya saben la proporcionalidad: 7 años por cada año de vida humana) pero 'esta se defendió aduciendo que "cómo diablos iba ella a ultimar a una gallina que la dobla en estatura y peso y que todo el corral sabe que era un animalito de reconocida malaleche". Además adujo que, con sus achaques y su artritis, ya no puede correr ni tras su propia sombra. No quiso, sin embargo, implicar a los American Bulldogs, probablemente por miedo a represalias, y guardó sepulcral silencio cuando se le preguntó si había observado algo anormal el d'ia de los hechos, aunque su lenguaje corporal y sus titubeos, indican que muy probablemente presenció el execrable crimen.

Los American Bulldogs han elegido como defensor al letrado Don Simplicio del Rosario (o sea, que se vayan preparando con la cuenta) quien de inmediato invocó la presunción de inocencia para sus clientes. Como fiscal actuará el abogado Antonio Aguiar, conocido por su enorme parecido con el televisivo letrado Javier Nart.

Hasta que los del Seprona logren conseguir pruebas que incriminen claramente a los cánidos (para lo cual han estado recogiendo bastantes huellas dactilares en el lugar de los hechos; algunas muestras de fluidos bucales, como salivas o babas de gusto, extraídas directamente de los despojos de la desventurada plumífera, en las que se buscará el ADN de los criminales; y también sabemos que están a la espera de que el juez autorice la utilización del polígrafo para someter a Chacha y a Rebenque al infalible Detector de Mentiras) el juez de guardia del Juzgado Número 1 de lo Perruno, ha decretado el secreto del sumario enterado de que los sospechosos ya habían pactado aparecer en algunos programas de televisión amarillista, por lo que pensaban cobrar una buena pasta.

Se estima que el juicio puede durar más que el de Camps y el de Garzón y que levantará más expectación que los prolegómenos del caso contra Unbobilín, digo Unrobalín, es decir, Undargarín.

Preguntado el padre de los sospechosos (o sea, yo) sobre que opina de la posible imputación a sus dos hijos en este horripilante asesinato, dijo (o sea, dije) con voz entrecortada:

“Si se demuestra que son culpables, que caiga todo el peso de la Ley sobre mis muchachos… la desaparición de la gallina del pescuezo pelao me va a obligar a comprar huevos… y eso, tal como está la cosa, significará un golpe bajo a mi ya debilitada economía… En todo caso, igual que lo ha hecho su letrado, pido que se respete el derecho a la presunci’n de inocencia de mis hijos… quienes sí, son algo violentos, lo admito, pero no lso creo capaces de llegar a matar a nadie… por pura diversión”

Les mantendremos informados de lo que podamos saber sobre la marcha de la investigación y de la posible causa, si se llegara a acusar formalmente a los dos sospechosos.


Modificado el ( sbado, 10 de marzo de 2012 )