domingo, 18 de julio de 2010
Y AHORA, LO QUE TOCA

Erasmo Quintana


Por una vez, y sin que sirva de precedente, estamos de acuerdo con José Manuel Soria. Éste, y la crisis como excusa inapelable, tijera en mano quiere disminuir todo gasto superfluo del dinero público, que alcanza al mismo presidente Paulino Rivero. El popular ya actúa a cara descubierta y sin complejos en los últimos peldaños del rompimiento, porque ya toca, y el volver a empezar que exige el guión. Nadie se extrañe por esto; llevan así cerca de los veinte años, y cercana la próxima cita con las urnas, tienen que dar a entender que no son la misma cosa, sino que uno es distinto del otro. Mas toda esta alharaca es, sin la menor duda, pura teatralidad de buenos actores.
   
El nacionalista, tan contento y realizado que anda, ya se está postulando para repetir candidatura a la presidencia del Gobierno, cosa que está él –y nosotros- seguro de lograr por las “bondades” de nuestro peculiar sistema electoral. Pero, a lo que íbamos; el socio pepero quiere recortarle al Sr. Paulino el gasto de cohetes y voladores que resultan ser algunos de sus entes públicos, como son, entre otros, la Agencia de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información –qué diablo será la agencia esta-, pues ella solita se despacha 111,416.000,0 euros; o Canarias Cultura en Red con 34,988.525,4, fuertemente contestado por el mundo de la cultura regional. Y así, miles de millones –Septenio- que no sabemos cómo, dónde irá, y en qué medida revierte al interés público. Desde Coalición Canaria se rechaza de plano el propósito de JM Soria de eliminar las empresas que dependen del presidente, alegando que se trata de compromisos adquiridos por Rivero en su investidura. ¡Y qué!, se pregunta el dolorido, ¿Zapatero no ha tenido que hacer, con esto de la crisis, lo contrario de lo que prometió en campaña? “Es la crisis, imbécil”, que diría Bill Clinton. ¿Será que estos nacionalistas de últimas no entienden que todas las autonomías no son igual de ricas? Ello es así, con los pies bien puestos en el suelo. Por tanto, nos preguntamos: En estos tiempos tan severos ¿a qué viene lo de implantar ahora la Policía Canaria con un disparate de millones gastados ya, como si se tratara de algo que no puede esperar, que es imprescindible por la “gran necesidad”, y proponer  para los ex presidentes pensión de jubilación, coche oficial, despacho, secretaria de apoyo y seguridad personal, porque Cataluña, País Vasco y alguna otra Comunidad lo tiene?
   
Pregúntese al padre de familia que cobra 300 ó 400 euros al mes –o tal vez nada- qué le parece la idea. ¿A quien se le puede ocurrir semejante dislate, si el mero hecho de plantearlo como remota posibilidad, ya ofende? Todos esos ex presidentes son personas con su vida más que resuelta. Algunas, desde la misma cuna. “¿Crisis, decías? ¿Qué crisis?”
   
Julio de 2010.

Modificado el ( domingo, 18 de julio de 2010 )