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martes, 24 de junio de 2008 |
TAL DÍA COMO HOY La capitulación de Los Tres Juanes Un texto de Francisco Morales Padrón El cronista Alonso de Palencia conjuntamente con el Asistente de Sevilla Diego de Merlo, fueron los comisionados reales encargados de organizar la conquista de Gran Canaria. Por su parte, el obispo Juan de Frías figura como responsable de la empresa, según se desprende de una aclaración que el 20 de abril de 1478 Palencia dio a petición de Frías. En ella el cronista transcribe y glosa la capitulación o concordia establecida, deduciéndose de su texto que los Reyes ordenaban enviar una armada para someter la isla de Gran Canaria, yendo como capitanes Juan de Frias, obispo del Rubicón, Juan Bermúdez, deán del Rubicón y Juan Rejón, su criado.
Al obispo se le reservaba el monopolio de la orchilla canaria mientras durase la empresa con el fin de compensarle los gastosque aquella le ocasionara. La Corona se comprometía a contribuircon 20 lanzas de la Santa Hermandad, y exigía la construcción de una iglesia catedral y el poblamiento de la isla con cristianos, cuya seguridad se garantizaría fortaleciendo los puertos isleños, para lo cual se llevarían pertrechos y herramientas. El obispo Frías tuvo que pedir dinero prestado para organizar la empresa, saliendo Bermúdez fiador. Los Reyes deseaban concretarse a las islas realengas, y al igualque pronto dirán a Colón respecto a la jurisdicción portuguesa, lehacen saber a Frías y a Rejón (R. P. 13-V-78) que no intervenganen Lanzarote, Fuerteventura y Gomera, islas reservadas a DiegoGarcía de Herrera, a quien no agradaba las intenciones reales conrespecto a Gran Canaria, como vamos a ver seguidamente. El mismo13 de mayo citado, se reconoció el acuerdo habido entre Palenciay Frías, al que se denomina concordia o capitulación, y seindicaba que había de ser confirmado y aprobado por los Reyes.Dos días después, Esteban Pérez de Cabitos es nombrado AlcaldeMayor de Gran Canaria, cargo en el que se le confirmará el 17 demayo del año siguiente. Los soberanos, preocupados por las intencionesde los portugueses, vetaron el 26 de mayo a Diego Garcíade Herrera, a Juan de Frías y a Juan Rejón tener trato con ellos,al tiempo que les conminan lo impidan a otros, así como el desplazamientoa Portugal.. . La guerra sucesora entre ambos paísesexplican estas medidas.La crónica Matritense señala que el 13 de mayo los 600 peones yhombres de a caballo que formaban la expedición (1.300 en total fijaPalencia) «se vinieron a embarcar al Puerto de Santa María». Noparece que hayan zarpado tal día (hubieran tardado cuarenta y dosdías en fondear en Gran Canaria), pues Palencia aclara muy bienque la armada se preparó en Sanlúcar de Barrameda junto conotra que iba a «las minas de oro» (Etiopía). De Sanlúcar marcharona Cádiz donde, mientras adobaban los barcos, se produjo altercadosentre los mílites, bien por la desunión y desidia de los dosjefes (Rejón y Bermúdez), bien por las intrigas de Inés Peraza,mujer de Diego García de Herrera. Este matrimonio pretendía entorpecerlos planes estatales de anexión alegando que a su familiapertenecía el señorío de las siete islas.La expedición debió zarpar a finales de mayo de 1478, arribandoa la rada de las Isletas el 24 de junio, fecha en que quedó fundadoel real de Las Palmas -luego de las tres palmas-, célula de lafutura ciudad. Casi al mes de esta fundación, concretamente el27 de julio, y cuando ya los canarios habían mostrado su repulsa ala presencia de los cristianos, compareció una armada lusitana que,aliada a los indígenas, quiso sorprender y expulsar a los castellanos,siendo ellos -con ayuda del mal estado de la mar- los expulsadosy sorprendidos.Como réplica a la actitud de rebeldía de los canarios, Rejón,a finales del verano de 1478, quemó las sementeras (panes e higuerales),comenzando ya el proceso de desforestación insular acentuadoen los próximos años con el uso que se hará de la maderaen la industria de la caña. Las dificultades derivadas de la oposiciónindíqena se agravaron por las disidencias intestinas de losexpedicionarios. Los dos jefes, Rejón y Bermúdez, comenzaron adistanciarse y a aglutinar en torno suyo a sendos bandos. La crónicaprimigenia (Ovetense) señala como causa de este enfrentamientolas intrigas de los amigos del deán que lo incitaban contraRejón y lo sacaban de sus casillas, así como las inhibiciones deaquellos en las operaciones que llevaba a cabo Rejón. Lo dejabansólo frente a los canarios, reprochándole el querer atribuirse todala honra de la empresa. Tales tensiones y diferencias trascendierona la corte, y la Corona decide remitir a Pedro del Algaba como«gobernador de la ysla de Canaria.. . para los mantubiese en paz yjusticia».Llegó Algaba, quizá, en noviembre de 1478, y, muy pronto, expulsaa Rejón de la isla acusándole de no aceptar al deán, negarsea dar cuenta de sus acciones, pretender gobernar él sólo, afirmandocon frecuencia que él era el todo en la isla e, incluso, usurpando laautoridad espiritual. Las crónicas reconocen que Rejón, enviado aLanzarote por Algaba en demanda de bastimentos (estaban muymal en el real), al verse rechazado por García de Herrera en Arrecife, se enfrentó a este y retornó alegando que castigaría a Herrera.Llamado al orden por Algaba y el deán, Rejón no sólo no depusosu actitud amenazadora, sino que sostuvo que él era el hombreclave de la empresa. Esto le ocasionó el destierro en unión,suponemos, de un proceso. Palencia, que llama a Pedro del Algaba«turbulento comisario», nada apropiado para lo que se pretendía yhacedor de todo lo contrario a lo que se debiera, detalla el enfrentamientoRejón-Herrera en Lanzarote y cuenta, con anécdotas, laprisión de Rejón. Este, encarcelado, fue llevado a Sanlúcar v deaquí, en una chalupa, a Sevilla.En la Península la Corona, en febrero de 1479, se hace eco delintento de los portugueses aliados a los canarios y confiesa haberremitido al contino Fernando de Santillán camino de Sevilla paraque cobrase los dineros aue se debían a las indulgencias de Canarias-que no se pagaban- vitales para la conauista. Urnía esterefuerzo económico poraue se era consciente del intento lusitanopara situarse en el Archipiélago. Rejón, mientras, con todo su pliegode cargos se sometía al dictamen de los soberanos, saliendo nosólo indemne, sino reforzado en su posición. Porque los reves leconsideraron un fiel servidor, dicrno de mayores empleos, v le ordenaronque regresara a Gran Canaria a concluir su anexión. Palenciay Merlo corrieron con el cometido de preparar la nueva armada,en 10 que se tardó siete meses por faIta de dinero. El cronistaPalencia, que no recata su desprecio hacia los frailes a los quelos militares consideraban como «mensajeros de todo lo neor» ylos marineros como tipos de mal agüero, se ensaña con el obis~oFrías al que llama «hombre imbécil y nada relirrioso~,v anidoso yde vida irregular. Ipnoramos las razones que avalan este duro juicio(imanías de anciano?). Palencia confiesa que los Reves Ir, encargarona él y a Merlo aprestar la expedición y estudiar !a maneracomo Rejón fuera restituido en su primitivo cargo, pasando poralto lo aue Algaba había hecho con él, con el fin de no dar cal trastecon el asunto de Canarias». Se explica así la decisión real, untanto extraña, de mantener a Rejón mientras que Algaba seguíasiendo gobernador. Juan Rejón regresaba para llevar adelante lasoperaciones militares de la conquista, y a su lado iba el obispoFrías a quien Merlo -por la vejez de Palencia y Ia intervenciónde algunos- confió el mando supremo de todo.El 1 de agosto de 1479 partió la expedición Frías-Rejón, con elcapitán Pedro Fernández Cabrón y 400 soldados. Arribaron el 8 deagosto, siend-o alegremente recibidos por el pueblo, no así por eldeán Rermúdez y el gobernador Algaba, que no olvidaban comohabían traicionado y apresado a Rejón. No obstante, mientras sondeabanal obispo Frías, Bermúdez y Algaba optaron por mostrarseconciliadores. Hubo diferencias y discusiones, quedando la desunióny enemistad relegadas momentáneamente a causa de unaentrada llevada a cabo hacia Tirajana. Una columna de 500 soldadosy 400 jinetes, al mando del obispo, el deán y Hernán Peraza(que había venido con Frias y Rejón) se proyectó el 9 de agostosobre Tirajana, siendo la hueste castellana derrotada y casi diezmadaal iniciar el retorno. Ante el rechazo en este rumbo, Frías sugirióestablecer un segundo frente o campamento en Gáldar; tareaque se le encomienda a Juan Rejón, el cual fracasa. Del texto dePalencia parece deducirse que entre los cristianos reinaba la desavenencia,llegando, incluso, a vetarse el ingreso en el Real de lossoldados arribados en la última expedición. También parece deducirseque no se habían repartido los víveres traídos y que Rejónno había desembarcado, lográndose finalmente que lo hiciera abase de encargarle la citada ocupación de Gáldar. Ocupación queno fue posible por carecer de iniciativa, faltarle el agua a los soldadosy otras inconvenientes.Resulta claro que el ambiente era turbio y de desacuerdo. Frías,Bermúdez y Algaba decidieron que Rejón retornara a España conPedro Fernández Cabrón, para de este modo poder repartir losvíveres llegados a su antojo. Algaba remitió por delante a su hermano,Fernando Cabrera, con informes negativos sobre Rejón queno surtirán efectos porque muchos soIdados que determinaronabandonar Gran Canaria depusieron en favor de su capitán.Se firmaba por entonces entre Castilla y Portugal el Tratado deAlcácovas. La reina católica entraba en Toledo en octubre de 1479,siendo notificada de los sucesos de Canarias por el «viejo de malaíndole» Fernando Cabrera, según Palencia, que hace gala de furibundasfobias. Rejón, llegado a Toledo, demostró una vez más ymediante testigos su .inocencia y «como entre otros crímenes de Pedro del Algaba estaba el de haber permitido traspasar en ventala isla de Canaria a manos del enemigo lusitano.. .B. No sólo manifestóesto, sino que subrayó las tiranías de Algaba.El rey, que había oído a Cabrera y a Rejón, confió a una juntade juristas la solución del problema. Comprobado que las quejasy denuncias de Rejón estaban respaldadas y refrendadas por testimoniosde peso, volvió a comisionarse a Palencia para que en Andalucíaencontrase un individuo experto en el arte de la guerra capazde concluir con el embrollo o estancamiento canario y, como dicePzlencia, acabar con la «astucia» de Algaba y la «pervesidad» deFrias. El viejo cronista se fijó en e1 «nada apocado» caballero jerezanoPedro de Vera, muy amigo de Fernández Cabrón. El fue elseñalado, y él el designado por los reyes. Todo esto, que podemosllamar el «plan de Toledon, fue desbaratado por un tal Juan deEugo, primo de Alonso Fernández de Lugo. Rejón y sus seguidoresdeseaban un rápido avitualIamiento y zarpar cuanto antes. Peroel tal Lugo aconsejó a Vera que se enemistase con Rejh y evitarasu vuelta a Canarias, retardando los preparativos de la expedición.Rejón que ya tenía en Cádiz a 24 compañeros, víveres para S00 soldadosy un caballo, decidió partir solo y secretamente en un bergantín,al ver que le iban a estorbar el retorno. Zarpa el 23 de abrily desembarca el 2 de mayo de 1480, dejando atrás una carta dirigidaal rey llena de quejas por lo sucedido y de «excusas por losacontecimientos futuros». ¿Cuáles fueron éstos?: Prisión de Algaba;prisión del deán y destierro; expulsión de sus partidarios;ejecucih de Algaba ... El cronista AIonso de Palencia semeja serun testigo presencial -no lo fue- al narrar todo esto. Abunda endetalles. Alguien que vivió todo debió de contárselo.Juan Rejón no se va a limitar a reincorporarse al Real de LasPalmas como si nada hubiem ocurrido. Tan pronto desembarca leabre un proceso al gobernador Algaba, que dura diecisiete días, yque le cuesta la vida. Hubo intentos, por parte de Alonso Fernándezde Lugo, de evitar la prisión de Algaba, sin éxito. Los seguidoresy la. misma viuda de Algaba se vieron expulsados y el gobernador,antes de ser degollado, fue culpado de intentar vender la islaal rey de Portugal, de sostener correspondencia con él y de recibirregalos. En una palabra, fue tachado de traidor. Para nosotros resultadifícil encajar todo esto en un normal proceso jurídico, porque,¿cómo Rejón, simple capitán de la conquista, enjuicia al Gobernador?¿Por qué los Reyes mantuvieron esta duplicidad de poderessabedores de lo que venía aconteciendo? ¿Qué poderes respaldabana Rejón en la R. P. que exhibió y que algunos sospecharon que era falsa? Nuestro cronista primitivo dice bien claro que el título de su oficio «no se estendia a proseder contra el gobernador».Y el mismo cronista ovetense reconoce que aunque hubiese extendidosu jurisdicción, los reyes tuvieron por buena la justicia .que había hecho en Algaba. Inexplicable. O aceptamos que Algabaera verdaderamente un traidor, confabulado con los portugueses.Cosa que no tiene visos de verosimilitud.Pedro de Vera, nombrado el 4 de febrero de 1480, entraba enLas PaImas poco después del proceso a Algaba. Hacía su arI'ibocomo «segundo gobernador con su probisión real mandando a elcapitán Rejón y a los demás caballeros ventureros conquistadores,capitanes, oficiales y gente de guerra que lo resibiesen por gobernadcry capitán general». Vera, pues, se aposentaba en Las Palmascon el ánimo alertado contra Rejón, segiín dijimos y, confiesaPoiencia, como Corregidor, Gobernador, Capitán General y Alcaldede la isla de la Gran Canaria. Se abría la segunda fase de la etaparealenga de la conquista (1480-91).Con idéntica fecha del nombramiento de Vera (4-11) Los Reyeshabían extendido reales provisiones concediendo al designado facultadpara hacer repartimientos de tierras y aguas, e instando aenviar ballesteros de montes sevillanos, pues se deseaba concluirrápidamente la empresa entorpecida por la negativa política observadacon los indígenas y debilitada por las luchas internas entrelos cristianos. Con el contador Alonso de Quintanilla y con elmentado Fernández Cabrón se llegó a un acuerdo (24-11) para queellos aportasen los fondos necesarios, al igual que Vera, el cual facilitaríala misma cantidad que e1 ÚItimo. A cambio, se le concedía enGrzn Canaria, TeneriFe y otras islas por conquistar, y por diez años,el monopolio del quinto de esclavos, cueros, sebos, armazón, przsas,rescates y otras ventajas, que se confirmaron el 6 de marzo.En abril era remitido como contino a Gran Canaria, Miguel de Moxicao Mujica.La nueva hueste, que se preparaba desde antes de febrero de1480, abandonó el Puerto de Santa María o Cádiz en fecha dudosa,y apareció por Gran Canaria el 18 de agosto. Se cita como día dela partida el 1 de julio, el 7 de julio, el 8 de julio y el 7 de agosto.Para unes, pues, zarpó en julio y llegó en julio o en agosto; peroesta íiltinia recalada es inadmisible, pues no iban a estar un mes navegando, aunque la crónica Matritense nos dice que Rejón, laprimera vez, tardó cuarenta y dos días. Hay quienes suponen quese rinde viaje en Cádiz en julio, pero no se abandona la Penínsulahasta agosto, fondeando en la rada de las Isletas el 18 del mismomes. Palencia afirma claramente que se partió el 8 de julio.Aun reconociendo que Vera apareció en Las Palmas el 18 dejulio, en lugar del 18 de agosto, se torna muy difícil encajar en eltérmino de un mes tres hechos importantes que van a darse enseguida:prisión de Rejón y envío a la Península, perjuro de Vera ydestierro de 200 indígenas, y avance sobre Arucas con muerte ieDoramas. La crónica Ovetense manifiesta aue Vera esperó cuatromeses a que aportase una carabela en la que venían sus hijos Hernandoy Rodrigo; por su parte, el cronista Valera consigna queDoramas fue muerto el 20 de agosto de 1480. Admitiendo ambasafirmaciones, hay que reconstruir los hechos de esta forma: apariciónde Vera e inmediata campaña (al mes si desembarca enjulio; a los dos días si llegó en agosto) contra los indígenas de Arucasque concluye con la muerte de Doramas; expulsión de Rejón alos cuatro meses; y destierro de los canarios. Pero se torna difícilimaginar a un Vera metido en campaña de inmediato, sin previamenteresolver dos problemas que constituían un obstáculo parasu acción: el destino de Juan Rejón y la presencia de los canariosdescontentos dentro del Real. No cabe pensar, repetimos, que Verapospusiera estos dilemas y, enseguida, por propia iniciativa arremetiesecontra 10s canarios. Nuestra perplejidad puede despejarseaceptando -hay quienes lo afirman- que Doramas murió en 1481y no en 1480. En este caso no hay dificultad para pensar que tanpronto Vera estuvo en la isla en julio o agosto de 1480 puso suatención en Juan Rejón, al que elimina pasado cuatro meses, cuandohabían recalado sus hijos con la carabela; después decidió lasuerte de los canarios, ya en 1481; y, en ese mismo año, con los refuerzosrecibidos preparó la campaña de Arucas, coronada con lamuerte del caudillo Doramas, que desinfló la resistencia indígenay abrió las puertas a las campañas del Norte.A partir de enero de 1481 se concretó aún más el envío de aprestosa Gran Canaria. El contino Pedro de Arévalo fue elegido para llevar las cuentas de este apoyo, y gracias a ellas sabemos que - entre enero y mayo zarpó un primer refuerzo, y entre octubre de1481 y marzo de 1482 se remitió a Las Palmas una postrera ayuda.Trigo, cebada, aceite, vino, vinagre, armas y gente marcharon enlos distintos navíos que navegaron en tales meses. Antes de mayode 1481 algunas facciones indígenas se acogieron al Real y pactaronla sumisión a los cristianos, los cuales se comprometieron a tratrrrlescomo a iguales. Se da también un pacto con un guanartemedesconocido, que viaja a la Península en este año de 1481 y acatala soberanía castellana en Calatayud por el mes de mayo. El 31 deeste mes los canarios fueron autorizados a moverse libremente portodo el territorio nacional. Por entonces, Juan Rejón sucumbía enla Gomera. Había retornado una vez más libre de castigo y con e1encargo de someter a la isla de La Palma. Siguiendo los consejosde su cuñado Jaimes de Sotomayor, no desembarcó en Gran Canariay, desde ella, se encaminó a su destino pasando por la Goméra,donde encontró la muerte torpemente a manos de los indígenasinstigados por Hernán Peraza. Este no había olvidado la fricciónde su padre con Rejón cuando aquél fue a Lanzarote en busca debastimentos.En junio de 1481 puede situarse lo que se considera perjuro deVera o promesa ante una hostia no consagrada de enviar a loscanarios a la conquista de Tenerife, aunque su secreta intenciónera sacarlos de Gran Canaria. La crónica Ovetense se limita a decirnosque Vera remitió a los canarios a la conquista de Tenerifeporque no eran útiles en sus cabalgadas y porque los canarios estabandeseosos de ganar honra luchando, pero no con sus coterráneosde Gran Canaria. Vera, sin tener en cuenta el mal tiempo,los embarcó en dos navíos que, en doce horas, pudieron arribar aTenerife, pero entorpecidos en su navegar por la marejada demoraronmás de lo habitual y los indígenas, recelosos, se alzaron yexigieron dirigirse a la isla más cercana. Esta era Lanzarote, dondelas tripulaciones dejaron abandonados a los canarios.Enseguida se originó una reacción; primero en los indígenasya bautizados, que abandonaron el Real y se fueron con los suyosinsumisos; luego, en estos últimos, que se vieron incitados por aquéllos.La viuda de Rejón, de paso por Las Palmas en junio, comparecíaen la corte por el mes de julio. En agosto tenía lugar la batalladel Llano de las Cruces en la que sucumbe Doramas; en septiembreaparece una postrera carabela, parte de la segunda ayudainiciada en abril, que Vera usa para construir la torre de Agaete.A finales de septiembre Alonso Fernández de Lugo ha concluido taIcometido y la carabela retorna. La muerte de Doramas es el factorque parece explicar la campaña de Agaete en septiembre-octubre,pues el camino hacia dicha localidad ha quedado expedito.A finales de noviembre, y tras remolonear algo, aparecía por laGomera el pesquisidor despachado para informar sobre la muertede Rejón. A consecuencia de sus gestiones, Hernán Peraza, apresado,salió para la corte en diciembre de 1481. Regresará pronto conla obligación de servir en la conquista de Gran Canaria.Las dudas sobre la cronología alcanza su cima exactamentecuando el proceso conquistador también lo alcanza. Todavía no haquedado documentalmente aclarada la verdadera fecha de la postrerarendición grancanana y los enigmas cronológicos han aumentadocon el hallazgos de las cuentas de la conquista. Tal vez porquehubo más de una rendición. Se dice y acepta la del 28 de abril de1483; pero esta data depende de otras, como vamos a comprobar.Las noticias insertas en las cuentas han multiplicado las dudas.Hasta el momento la documentación, las crónicas, las conjeturas ehipótesis autorizaban a trazar un cuadro del trienio 1481-83, talcomo lo dibujamos seguidamente:En 1480 u 81 muere Doramas, se verifica una pacificación parcialde los canarios mediante un pacto con un guanarteme anónimo;viaja a Calatayud uno de estos caudillos. ¿Quién? Se ignora,pero consta que viajó.En 1482 Hernán Peraza desembarca con sus gomeros y se sitúaen Agaete al lado de A. Fernández de Lugo. Fruto de sus operacioneses la captura de Thenesor Semidan (futuro Fernando Guanarteme),quien viaja a Castilla en marzo-abril, se entrevista conlos Reyes, es bautizado y retorna en octubre de 1482 acompañadode M. Mujica y J. Mayor, que lo han llevado.En 1483 el sometido Fernando Guanarteme colabora con loscastellanos; los indígenas, refugiados en Bentayga y Ajódar, dondeson atacados, huyen más tarde hacia Ansite para rendirse en abril.Las cuentas de la conquista obligan a cambiar este escueto cuadro,porque en ellas consta que a mediados de 1482 fue capturadauna reina canaria esposa del guanarteme, la cual permaneció en la Península hasta agosto de 1483 en que es entregada a su marido para regresar junto con una hijita que ha parido en septiembre de1482. Tenemos, pues, al guanarteme en la metrópoli en 1483, y despuésdel mes de abril. ¿No ha estado en la rendición final segúnsiempre se ha hecho constar?¿Ocurrió esta en 1484? Las cuentas evidencian claramente quela rendición había tenido lugar en 1483 y así lo pregonan tambiénAndrés Bernáldez y la crónica Ovetense. El enigma únicamente podernossolventarlo considerando la posibilidad de:1. En marzo-abril de 1482 Fernando Guanarteme viaja a laPenínsula con su esposa en cintas, que permanece allí. DonFernando regresó en octubre, no así la reina porque acababade dar a luz y constituía un rehén.
2. En 1483, tras la rendición de abril, Fernando Guanartemeviajó nuevamente a la Península y recibió en agosto a sumujer e hija para retornar a Gran Canaria.
Si las cuentas nos aportan esta alternativa a costa de la «reynade Canaria» y su hijita amparadas por el obispo Frías durante elaño de 1483 en que son entregadas a su señor, también las cuentasnos dicen que en enero de 1484 la sumisión final se había dado,pues se abonaban sueldos a mílites que estaban en Gran Canariapeleando desde 1478, 1479, 1480, 1482 y 1483. También lascuentas reconocen que en agosto de 1484, Miguel de Mujica era«finado». Sabemos que cayó en el ataque a Ajódar. l a s cuentas,pues, respaldan la gran rendición de 1483, prolongada tal vez enla actividad de algunos focos dispersos de indígenas, cuya rebeldíafue apagada lentamente.Como decíamos, en enero de 1484 el receptor Arévalo liquidasueldos a tropas que han intervenido en la conquista de Gran Canaria.El 24 de ese mes los Reyes solicitan de Roma el traslado delobispado del Rubicón a la isla citada, expresando su deseo por elestablecimiento de la sede canariense, y alegando que «se acabó deconquistar la isla de Gran Canaria». Pedro de Vera, por estas fechas,se encuentra libre de preocupaciones en su isla, pues le esposible trasladarse a la Gomera a castigar a unos gomeros sublevados(volverá de nuevo a la Gomera en 1488 para hacer escarmientoen los indígenas que han asesinado a Hernán Peraza). En abril de1484, Vera se encuentra bien lejos de Canarias, haciendo cabalgadaspor tierras malagueñas. En agosto el receptor Arévalo prosigue abonando soldadas, según dijimos. El 22 de ese mes los Reyes conceden a Vera el disfrute de la mitad del quinto real en presas logradasen cabalgadas llevadas a cabo en Gran Canaria, Tenerife y Berberia.¿Qué nos está diciendo todo esto? Nos dice que 1484 fue unaño exento de cuidados en Gran Canaria, de donde Vera se ha alejado.Casi, casi, nos empuja esta conclusión a admitir la fecha tradicionalde 1483 como la de la rendición definitiva.En 1485 Pedro de Vera, que ha vuelto a Gran Canaria, expulsaa una serie de gomeros en el mes de enero. Tal vez estos indígenas .hubiesen mostrado síntomas de rebeldía o descontento, afectadospor lo que se hizo el año anterior con sus coterráneos. Podemosaventurar que Vera consideraba a la facción gomera como algo peligrosaen una gobernación donde se daban brotes de inconformidado insumisión. De abril a mayo se ejecutan una serie de cabalgadasy se hacen presas en algunos reductos de canarios alzados. En Tafiracayeron asesinados dos frailes, y don Fernando de Guanartemetuvo que volver a salir para pacificar a los iíltimos rebeldes. EIobispo Frías, que había protestado por la política seguida con losgomeros, permanecía en la Península donde fallece en noviembre.Las quejas del obispo y de otras personas, como el mismo FernandoGuanarteme disgustado por el trato que recibe una parcialidadde su raza, determina que los reyes llamen a Vera en ese añode 1485. Alejado nuevamente de su gobernación, Vera participaen el año de 1486 en las campañas de Granada, tomando parte enel sitio de Loja. Don Fernando Guanarteme realiza un nuevo viajea la Corte (1486-87) y el puesto de Frías es ocupado por Fray MiguelLópez de la Serna. En 1487 Vera continúa aún en las carnpañasgranadinas, actuando en los cercos de Vélez-Málaga y Málaga,hasta que retorna a Gran Canaria en 1488 para, nuevamente, castigara los gomeros que han asesinado a su señor Hernán Peraza.Vera, que en ese año ha casado por segunda vez con Catalina deZurita, se traslada a la Gomera y aplica un duro escarmiento a losindígenas. Es su destino.Ante la protesta aireada del obispo de la Serna, Vera tiene queregresar a la Península y depositar 500.000 maravedíes para devolverlos dineros pagados por los gomeros vendidos como esclavosy que había que libertar. El favor real no lo pierde ya que pareceintervenir como prestamista de los mismos reyes, y en 1489quizá participe en el sitio de Baza como proveedor de las armadasreales. Los 500.000 maravedíes exigidos en 1488 los depositaen 1490, año en que su hijo Hernando se refugia en Portugal tras componerunos versos en los que critica a los soberanos y al corregidorde Jerez. Su padre no muere de pena y lepra, según recogen algunascrónicas. De 1490 a 1491 inspecciona las costas malagueñas, debiendoregresar a Canarias, concretamente a Tenerife, donde se alíaa los bandos de Güimar, Abona y Adeje. Pactos de amistad que serompen a raíz del desembarco castellano. Ese año, al fin, la justiciale incoa proceso por la deportación y ventas de esclavos, aunqueparece que logra una amnistía a cambio de intervenir en las campañasgranadinas de 1491. En marzo ha concluido ya el período desu gobierno grancanario; el contino Francisco de Maldonado hasido comisionado para visitar la isla y comprobar la gestión deVera. Este comisionado o pesquisidor que debe residenciar a Vera,considerado ya en junio de 1491 como «Gobernador que fue deGran Canaria», prosigue igualmente las cabalgadas sobre Tenerife(1491-92). Logra Maldonado el apoyo del bando de Anaga, últimoen confederarse con los castellanos.
----------------- NOTA: Texto extraído del libro de FRANCISCO MORALES PADRON"CANARIAS: CRONICAS DE SU CONQUISTA"
Edición de EL MUSEO CANARIO, con la colaboración delAyuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria,conmemorativa del 500 aniversariode la fundación de la ciudad de Las Palmaspor el capitán Juan Rejón (1478-1978).
© EL MUSEO CANARIO
©
FRANCISCO MORALES PADRON
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Modificado el ( martes, 24 de junio de 2008 )
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 DETRÁS DE LAS VENTANASPor Santiago Gil
Las calles de nuestra infancia también estaban pobladas
de sombras. Uno a veces tenía la sensación de estar pisando los mismos
pasos de otros que nunca conocimos, antepasados que también subirían y
bajarían esas mismas cuestas con el ánimo ciclotímico de cada momento.
Ni siquiera a última hora de la noche, con el pueblo vacío y
silencioso, te llegabas a sentir solo en el mundo. A veces tengo la
sensación de que hay ciertas corrientes de aire que mantienen habitadas
cada una de las esquinas del casco histórico guiense, y lo más probable
es que hasta nosotros mismos formemos parte de esas presencias
abstractas y algo fantasmales que casi siempre se acaban confundiendo
con los recuerdos. |
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ESPECIAL
1811-2011 |
En 1811 regía el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don José
Almeida Domínguez, y destacaban como figuras preeminentes
nacidas en Guía tres nombres propios que han pasado a la
historia de Canarias: el escultor José Lujan Pérez, el canónigo
y diputado Pedro José Gordillo, y el militar y poeta Rafael
Bento y Travieso.
Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas
Canarias en el siglo XIX, Guía sufrió especialmente ese mismo
año una de las que causaron mayores estragos, la fiebre
amarilla.
Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la
epidemia apareció una nueva plaga, la de langosta, que arrasó
materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo
protagonizar a los vecinos de las medianías guienses aquella
famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada
año sacarían a la Virgen de Guía en procesión. Cumplióse el
ruego, llovió tanto en la comarca que las aguas acabaron con la
cigarra y desde entonces en Guía se celebra cada septiembre la
votiva y popular Fiesta de "Las Marías"
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reportaje >> |
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V Í D E O S - D E - 2 0 0 8 |
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CRÓNICAS DEL AYER |
A treinta años del fallecimiento de Mr. Leacock
Por Augusto Álamo Suárez, Ingeniero agrícola, y Sergio Aguiar Castellano, Archivero Municipal de Guía Cuando el empresario agrícola, David J. Leacock, popularmente conocido como Mr. Leacock, fallece el 22 de abril de 1980, hace ahora treinta años, desaparece una de las figuras más destacadas y emblemáticas de la historia de la comarca norte de Gran Canaria en el siglo XX.
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 LA MUESTRA ESTARÁ ABIERTA HASTA OCTUBRE Leacock, Harris y Douglas, memoria imborrable de la agricultura canaria
Amado Moreno
Con una singular y lograda exposición abierta anoche en la Casa de la Cultura, el ayuntamiento de Guía rinde justo homenaje estos días a tres destacad,os empresarios ingleses del pasado: David J. Leacock, Douglas Charles Fenoulhet y Anthony Harris. Avanzado el siglo XIX y después en el XX, los tres fueron decisivos en el impulso del cultivo y exportación de plátanos y tomates canarios.
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Centenario del Hospital de San Roque
Pedro González-Sosa Cronista oficial
Se
celebra el lunes 10 de agosto, dentro de los actos del programa preparado
por el ayuntamiento con motivo de sus fiestas patronales, el primer
centenario de la implantación en Guía de Gran Canaria del que constituyó
el también primer hospital allí abierto para el servicio no solo de la
población guiense sino de aquella zona.
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