Ciudad de Guia (Gran Canaria, Spain)

Rafael Bento y Travieso

Posiblemente sea Rafael Bento y Travieso (ilustrado nacido en GuÃa) el iniciador del romanticismo en Canarias desde el punto de vista histÃ³rico. Hombre liberal, enciclopedista, defensor de la ConstituciÃ³n y amante de la libertad, fue vigilado y perseguido por la InquisiciÃ³n que no aceptaba la libre (y a veces jocosa) exteriorizaciÃ³n de su pensamiento progresista.

Sirvan como ejemplo los tÃtulos de dos cartas que remite desde GÃ¡ldar a D. JosÃ© de Matos en marzo de 1821 ("Sobre las ventajas y delicias de la libertad polÃtica en los Estados" y "Sobre las ventajas de un gobierno representativo y de una monarquÃa templada") de una de las cuales entresaco el siguiente texto: "Yo no entiendo esto, pero estoy por creer en el Misterio de la EncarnaciÃ³n del Hijo de Dios, al ver que una SeÃ±ora -DoÃ±a Estebana Merino- que no yoga con su marido -Don Juan Gregorio Jaques-, resulta preÃ±ada. Bien que el tal marido debiÃ³ llamarse San JosÃ©. [...] El sacristÃ¡n come y bebe; la sacristana jode Ã sus anchuras y todo se queda como estaba. [...] Cuando los apÃ³stoles salieron del CenÃ¡culo el dÃa que recibieron el EspÃritu Santo dijeron los judÃos que estaban perdidos de vino porque decÃan verdades a su modo..."

En 1821 (y tras estancias en Tenerife, Madrid y Barcelona) regresa a la Isla y es nombrado secretario del Ayuntamiento de GÃ¡ldar, donde tiene, nada mÃ¡s llegar, problemas con el "Alcalde segundo". Ã‰ste le acusa de "poco diligente" y de abandonar las tareas propias del cargo por su dedicaciÃ³n a la poesÃa. Ã‰l alega que necesita un ayudante y exige que no se le encarguen tareas que no corresponden a su categorÃa administrativa.

El mismo "Alcalde segundo" pide a la CorporaciÃ³n que el poeta "no viva en el Ayuntamiento, pues pocos dÃas hace que se habÃa ido una mujer que tenÃa arrimada, y dijo el Secretario General que pudo haberse llevado algunos documentos". Al poco tiempo lo acusa de "incuria" (Â´poco cuidadoÂ´). Pero no sÃ³lo sale libre ante la comisiÃ³n de investigaciÃ³n nombrada a tal efecto sino que es aplaudido por la misma por su improvisado recital poÃ©tico con el que terminÃ³ su defensa.

Durante el tiempo que permanece en el Ayuntamiento galdense, su producciÃ³n en verso es importante. Escribe, por ejemplo, un soneto (Llegaste ya: tu compasivo pecho / descubre al hombre honrado...) "Al Sr. D. Juan Raymond GonzÃ¡lez, en su llegada al pueblo de Galdar (sic), de cuya Parroquia es Pastor y Venerable Beneficiado". Exalta tambiÃ©n "Al PresbÃtero Don Diego Pineda, protector de la fabrica (sic) del nuevo templo de Galdar" en otra composiciÃ³n (Â¡Gloria al patriota que emulando el celo / del gran Quesada cuya fama brilla...). Igualmente, canta al capitÃ¡n general Morales en 1926 ("La Villa de Galdar a Morales": Ha nacido en nuestras islas / el mÃ¡s hÃ¡bil General...). O el largo poema octosilÃ¡bico "Al nacimiento de la Iglesia de Galdar", en la cual se construyÃ³ un pesebre para "la ignota inteligencia" y que termina asÃ: Vuelve, Galdar, a tu antiguo /orden, los portales deja / y en tu verdadero Risco, / que es Amagro, el grano siembra. / El papelÃ³n se corroe, / al cabo la ilusiÃ³n cesa, / y en prueba de tu ignorancia / los monifatos te quedan.

Su inteligente ironÃa y exquisita formaciÃ³n clÃ¡sica pronto se manifiestan durante las epidemias que ayudÃ³ a combatir con grave peligro para sÃ mismo. Pero a pesar de las tragedias, queda tiempo para el ingenioso sarcasmo y la necesaria diferenciaciÃ³n
de los municipios vecinos: "Desde que hay Doctor en Galdar hay tÃ©tano: Bueno serÃa que el Doctor Martinez tomase las de Villa Diego supuesto que no puede curar una herida Ã³ una fractura.

El Doctor de tibi-quoque: SegÃºn cierta relaciÃ³n / come y bebe con Raymond / para formarse sine utroque. / De que es un alcornoque / no me queda duda alguna, / pues viene a correr la tuna / por placer Ã³ por manÃa; / mas debe saber que en GuÃa / no encontrarÃ¡ su fortuna. P.D.: AdiÃ³s, mi coronel: venga V. Si le da la gana y si no quÃ©dese en su amado galdar (sic) eternamente".

La frase que se recoge en El espaÃ±ol en Canarias ("Llevarse como GuÃa y GÃ¡ldar") parece que tiene su razÃ³n de ser. Si Bento y Travieso intentÃ³ subestimar o menospreciar aparentemente a los vecinos galdenses en sus escritos hay documentos que, sin obnubilaciones por mi parte, apuntan directamente a esa posibilidad. Por suerte, son comportamientos ya superados, pero que dejaron huella en el sentir popular: "Tiene Galdar plaza para cien yugadas de bueyes y un templo mÃ¡s grande que el de JÃºpiter". "Los galardones los reparte el Rey segÃºn su voluntad, por cuya razÃ³n este Regimiento se llama de GuÃa y no de Galdar". "El Regimiento desfilÃ³ por la derecha para ir a maniobrar al campo de instrucciÃ³n de la Nueva Atalaya, esto es, Ã¡ la plaza de Galdar". "QuerrÃ¡n salir ahora con la antigüedad de la plaza Ã³ corral de Cabras". "Galdar fue Corte o guarida de un Guanarteme degenerado"...

Hombre liberal, sin duda, pero algo coÃ±Ã³n.

NicolÃ¡s Guerra Aguiar

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PUBLICADO EN: La Voz de Gran Canaria

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