Inicio arrow Prosa arrow Reflexiones arrow Primavera Ciudad de Gu韆, 19 de abril de 2024

PDF Imprimir E-Mail
Calificaci髇 del usuario: / 0
MaloBueno 
s醔ado, 22 de marzo de 2008

Primavera

  por Javier Est茅vez

A veces siento que llego tarde a todo. Y este a帽o he prolongado ese sentimiento con la primavera. Sucede que durante este invierno, yo he dudado de la primavera. La hemos ninguneado tanto que cualquier  diccionario de la lengua espa帽ola tendr铆a que incluir la siguiente acepci贸n: estaci贸n de tr谩nsito entre el invierno y el verano. Sala de espera del est铆o.

Sin embargo, entre mis dudas, florece la siguiente pregunta: 驴hay mayor manifestaci贸n de la vida que la primavera? No deja de ser significativo y hasta sintom谩tico que el dios de los cristianos muriera y resucitara durante la primavera. El triunfo definitivo de la vida sobre la muerte ten铆a que ocurrir durante esta estaci贸n; los dioses s贸lo renacen en la primavera.

Con la  primavera se inicia el tiempo de la recolecci贸n. Es un regreso involuntario a nuestra condici贸n primaria y salvaje. 隆Cu谩nto placer hay en el primitivo acto de subirnos a un 谩rbol, escudri帽arlo, escoger una de las piezas que nos ofrece y consumirla inmediatamente! Lo mismo se siente cuando comemos con las manos. En ese momento aparcamos nuestros nombres particulares para sacar a flote el Homo sapiens colectivo y feroz que a煤n portan nuestros genes. Es el instinto animal que, sorprendentemente, a煤n nos sobrevive. Y as铆 nos vemos devorando fresas, n铆speros, guayabos, ciruelas o los pl谩tanos mayeros paridos en cualquier finca que sobreviva a este tiempo de incr茅dulos.

No estoy seguro, pero yo creo que  el pasado 16 de febrero a las seis y cuarto de la ma帽ana el canto bohemio y enigm谩tico de un t煤rdido anunci贸 la llegada de la primavera. La primavera es algo m谩s que una estaci贸n. Es el tiempo que sucede cuando algo est谩 en su mayor vigor y hermosura. Las aves son las principales beneficiadas de la explosi贸n que supone la nueva estaci贸n. Toda su actividad sexual se concentra en este periodo. El canto arrebatado de un capirote, de un linacero, o de un canario de monte transporta serotoninas que mejoran el estado de 谩nimo y la l铆bido de la hembra. El incremento de horas de luz aumenta a su vez el apetito sexual. Las t贸rtolas hacen de tortolitos y se cortejan en los pretiles de las azoteas y en las ramas quebradas de los laureles. El otro d铆a le铆 una iniciativa para eliminar las t贸rtolas de nuestros parques. Seguro que el que la concibi贸 hace tiempo que ni copula ni cree en el amor. Malos tiempos para la pasi贸n.

La resurrecci贸n no es patrimonio exclusivo de los dioses. Las abejas salen de la colmena para realizar los llamados vuelos de purificaci贸n, durante los cuales expulsan los excrementos acumulados en el interior de su cuerpo durante todo el invierno, se desperezan y resurgen para inspeccionar los campos y pecorear. Son las mamporreras de las flores. La libaci贸n no deja de ser una felaci贸n en toda regla del reino animal al reino vegetal. La manifestaci贸n sexual de las plantas reside en la floraci贸n. Sin flores no hay para铆so. Ni primavera, evidentemente.

Es dif铆cil percibir la primavera. El oto帽o llega con sus lluvias. El invierno acuchilla con sus fr铆os. El verano se dilata con sus ardores. Pero 驴y la primavera? 驴D贸nde est谩 el azahar prometido de los naranjos, la flor quim茅rica que exhiben las madreselvas, o los arroyos que se precipitan desde las monta帽as ahogados en su propio caudal? La primavera se ha convertido en un acto de fe. Da la sensaci贸n que s贸lo habita en los term贸metros. Las praderas se pueblan de gr煤as cicl贸peas que apuntan a los cielos en vez de catervas de amapolas que ensangrienten el paisaje.

La ciudadan铆a se manifiesta en aras del progreso, de la civilizaci贸n. Queremos m谩s derechos pero menos deberes. En este exigente escenario, nadie protesta por la degradaci贸n de la primavera. Esta civilizaci贸n no cree en la primavera. No la necesita. Sin embargo, una minor铆a silenciosa a煤n recita el credo del poeta: nos podr谩n quitar las flores, pero no la primavera.



Modificado el ( mi閞coles, 26 de marzo de 2008 )
 

ESPECIAL 1811-2011

En 1811 reg铆a el pueblo, en calidad de Alcalde Real, don Jos茅 Almeida Dom铆nguez, y destacaban como figuras preeminentes nacidas en Gu铆a tres nombres propios que han pasado a la historia de Canarias: el escultor Jos茅 Lujan P茅rez, el can贸nigo y diputado Pedro Jos茅 Gordillo, y el militar y poeta Rafael Bento y Travieso.

Por otro lado, de todas las epidemias que azotaron las islas Canarias en el siglo XIX, Gu铆a sufri贸 especialmente ese mismo a帽o una de las que causaron mayores estragos, la fiebre amarilla.

Y por si fuera poco, en pleno padecimiento de los efectos de la epidemia apareci贸 una nueva plaga, la de langosta, que arras贸 materialmente todo lo que estaba plantado y que hizo protagonizar a los vecinos de las median铆as guienses aquella famosa promesa de que si les libraba el Cielo de la plaga, cada a帽o sacar铆an a la Virgen de Gu铆a en procesi贸n. Cumpli贸se el ruego, llovi贸 tanto en la comarca que las aguas acabaron con la cigarra y desde entonces en Gu铆a se celebra cada septiembre la votiva y popular Fiesta de "Las Mar铆as"

Ver reportaje >>


O P I N I 脫 N
BASES VERSUS C脷PULA

Erasmo Quintana

El latinajo de que nos servimos dicen que viene a significar 鈥渃ontra鈥 o 鈥渇rente a鈥; tambi茅n se suele emplear en algunos pa铆ses hispanoamericanos para marcar la oposici贸n entre los bandos contendientes en torneos deportivos, por ejemplo, entre nosotros: Real Madrid versus Barcelona. Los entendidos, sin embargo, dicen que se trata de un uso incorrecto tomado a trav茅s del ingl茅s, pues el lat铆n versus no significa 鈥渃ontra鈥 sino 鈥渉acia鈥. Perm铆tasenos, a pesar de todo, la primera acepci贸n para titular el presente comentario.

Leer m醩...