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lunes, 17 de marzo de 2014
La bandera "coronela" del antiguo regimiento de las Milicias de Guía se custodia en el Museo Militar de Tenerife

* Su antigüedad puede remontarse a 1745 en    el reinado de Felipe V

* El último de sus coroneles en 1844 fue Juan Gregorio Jaques de Mesa.                                                                                                                                                                                                      
Por Pedro González-Sosa                                              
(Cronista Oficial de Guía)
          
    Festeja este año la  Capitanía General de Canarias con diversos actos el 425 aniversario de su creación en 1589 por Real Decreto de Felipe II quien reformó la organización de la defensa de Canarias instituyendo este mando militar. Los organizadores de los actos conmemorativos  han sugerido el rescate de la historia de la implantación en las islas de las primitivas Milicias de Canarias, hecho que se produce casi inmediatamente después de su incorporación a la corona de Castilla  y que desarrollaron un importante papel en la defensa de cada una de ellas. Conocido es que, por lo que a Gran Canaria se refiere, tuvieron las Milicias sede no solo en la Ciudad-capital de la isla, Las Palmas, sino en otras localidades, principalmente y en todo momento de su historia, en Telde y Guía.
Las primitivas Milicias de Canarias: su evolución
   Soslayamos la exhaustiva historia de la implantación de las Milicias Canarias porque ha sido sobradamente recogida e interpretada por destacados historiadores como Zuaznavar, Colon de Larreategui, Viera, Del Castillo, Millares y, contemporáneamente por Rumeu, Dacio Darias y Padrón y en nuestros días por el coronel Antonio Rodríguez Batllori. La historia de las milicias se inicia, según sus investigadores   en 1551 cuando nace la organización de las Milicias Canarias en tiempos del regidor Pedro Cerón que realiza su organización y la distribución de las compañias para las que nombra como capitanes y alféreces a los que considera más adiestrados en asuntos de guerra. Tres años despues, en 1554, es nombrado  Rodrigo Manrique de Acuña Visitador para asuntos de guerra tiempo al que corresponde la organización de las antiguas ordenanzas de las milicias canarias. En 1558 es nombrado Inspector de milicias Alonso Pacheco quien, según Millares Torres, aparecen organizadas en forma similar a las de Castilla, es decir, con artilleros y algunas piezas de campaña.
    Gran Canaria, en el período de 1554 y 1589 estaba dividida en tres "coronelías": la de Las Palmas y sus aledaños; la de Guía-Gáldar y la de Telde-Agüimes, (éstas últimas que abarcaban, dividida en dos, el resto de la zona geográfica de la isla) cada una con su correspondiente coronel y un número indeterminado y variable de compañías de infantería, de las que cuatro de estaban guarnecidas en Las Palmas, además de una en la Vega; en la zona de Guía-Gáldar,  cuatro: una en Guía, otra en Gáldar,  la tercera en Arucas y la cuarta en Teror. En esta época se conoce la presencia de Hernando de Pineda como alcalde mayor y capitán de las villas de Guía y de Gáldar por designación del gobernador Rodrigo Manrique de Acuña. Pineda es harto conocido que fue asesinado  por Bernardino Carbajal y Maciot de Bethencourt en mayo de 1556 cuando regresaba desde la Ciudad a  Guía en el camino real que conducía al norte de la isla, poco más abajo de Arucas. Asesinato, refiere Rumeu,  en venganza por la muerte  de Miguel de Trejo, hijo de Bernardino Carvajal, por unos parientes de la mujer de Hernando Pineda, María Díaz de Mota, que éste había protegido valiéndose de su cargo. El lugar del asesinato de Pineda dio lugar con el tiempo a la creación de un topónimo que todavía en  se conserva  conocido como "La Cruz de Pineda" por la cruz que se colocó en la época para perpetuar el lugar del homicidio.
     Las tres coronelías de  Gran Canaria  funcionaron  hasta 1568 para convertirse en Tercios y quedan establecidos igualmente en las tres mismas zonas de la isla con sus maestres de campo al frente, hasta que en 1589 el capitán general Luis de la Cueva realiza unas reformas que suprimen los Tercios de la capital y los de la norte de la isla, creándose a partir de este momento cinco compañías establecidas en La Vega, Teror, Arucas, Guía y  Gáldar. En mayo de 1595 el gobernador Alonso de Alvarado concentra en la Ciudad  el día de su toma de posesión las fuerzas guarnecidas en toda la isla para pasar revista, siendo las de Guía y Gáldar comandadas por los capitanes Melchor de Aguilar y Francisco de Carvajal, respectivamente.    Como tales Tercios y en número de tres se mantuvieron sin variación hasta principios del siglo XVIII en que en 1708 fueron transformados por el capitán general Agustín de Robles en Regimientos y los hasta entonces denominados Maestres de Campo se convirtieron en Coroneles.
   La isla queda defendida militarmente en las tres zonas geográficas tantas veces citadas hasta que en 1803 se crea el llamado "Reglamento de nueva planta y constitución de los regimientos provinciales de milicias de canarias" que reducía  a una tercera parte las unidades guarnecidas en esta isla, reglamento que un año más tarde quedó en suspenso por lo que seguía vigente la organización realizada  en 1771 por el coronel Nicolás de Mazía Dávalos con los tres regimientos de la capital, Telde y Guía. En 1808 las milicias canarias estaban formadas  por las siguientes unidades distribuidas  así en el Archipiélado: en Tenerife, cinco regimientos de Infantería (La Laguna, La Orotava, Garachico, Güimar y Abona) y seis compañías  de artillería;  en Gran Canaria, tres regimientos de artillería  (Las Palmas, Telde y Guía), y dos compañías de artillería; en La Palma un regimiento de infantería y dos unidades de artillería, y en el resto de las islas un regimiento de infantería por cada una de las  de Fuerteventura, La Gomera, Lanzarote y El Hierro. Será en  1844 cuando se produce una nueva reorganización militar con una reducción  de las tropas de milicias de las islas para ser sustituidas por unidades "regladas" o de sueldo fijo que están destacadas procedente de la Península, año en que se publica otro "Reglamento provisional para las Milicias Provinciales de  Canarias" razón por la que sufren una importante reducción de sus unidades, en cuyo preámbulo se alude  al decaimiento del en otrora "brillante estado en que se vieron en tiempos de glorioso recuerdo a causa de no haberse atendido a su reorganización y fomento", según recoge Antonio Rodríguez Batllori  en un magnífico trabajo publicado en Diario de Las Palmas en 1989, y los conocidos regimientos de milicias canarias se convierten en ocho Batallones provinciales guarnecidos, tres en Tenerife (el primero en La laguna, el segundo en La Orotava y el tercero en   Garachico) dos en Gran Canaria, (el cuarto en Las Palmas y el quinto en Guía, que toma el nombre de la localidad, y sobre cuya historia nos ocuparemos en otra ocasión) y uno en cada una de las islas de La Palma, Lanzarote y Fuerteventura. El regimiento de Guía en esta fecha estaba formado por cocho compañías al mando de un comandante y sucesivamente fueron quedando guarnecidas en la localidad norteña varias unidades con distinta denominación, pasando a ser primero Batallón número 4 y en 1904 como Regimiento de Infantería número 67 que, al desaparecer como tal en 1918, se crea el denominado Regimiento de Reserva de Guía. Posteriormente, hasta la década de los años cuarenta del pasado siglo quedó allí guarnecido el Tercer Batallón del Regimiento número 39, sobre el que, siendo niños, guardamos recuerdos como la asistencia  de las fuerzas a la misa dominical con el marcial desfile de ida y vuelta desde el cuartel, en el edificio convertido mas tarde en Colegio e Instituto en la carretera general, hasta la plaza.
    Al desaparecer la denominación de milicias en 1844 y convertirse  en batallones, el último coronel de aquellas antiguas fuerzas, nos lo  recuerda  Rodríguez Batllori en su trabajo aludido, fue Juan Gregorio Jaques de Mesa, ilustre militar en su época que protagonizó durante su mandato curiosas o pintorescas anécdotas y comportamientos, sobre cuya genealogía se dirá más adelante
La bandera del Regimiento Provincial de Guía
   En el Museo Militar de Tenerife instalado en el cuartel "Almeida"  se conserva, muy deteriorada, la bandera de aquel legendario regimiento guiense, en una de cuyas esquinas aparece la signatura RPDG, es decir Regimiento Provincial de Guía y en el asta, acaso para que quedara para la historia al ser entregada la enseña a las autoridades militares del archipiélago, aparece un nombre: "D. Juan Gregorio Jaques de Mesa. Regimiento Provincial de Guía".
    La bandera tiene en su zona central de forma destacada el escudo  del Rey Felipe V, según se advertirá en la ilustración que acompaña estas notas, lo que hace suponer que pudiera tener una antigüedad de varias centurias si tenemos en cuenta que es en el reinado de este monarca, en 1707, cuando los tercios canarios se transformaron en Regimientos y, por tanto, a partir de aquel momento  el de Guía pudo asumir y tener como enseña las armas  de aquel rey. La  aquí comentada es conocida --y lo fue desde tiempo inmemorial-- como la "coronela" de Guía, en razón  de que pertenecía al Regimiento guarnecido en aquella localidad a partir del XVIII. En el informe redactado por los especialistas a los que se les encomendó un estudio para su restauración, María Candelaria González Domínguez y Sara Pérez Cedrés, éstos la datan en el año 1745 y mide 145 por 145 centímetros. Hasta la fundación del Museo Militar de Tenerife en 1988 se encontraba guardada en la catedral de La Laguna que la ha cedido en depósito al estamento museístico militar. Dado su avanzado  estado de deterioro se ha estimado, según el estudio para su restauración del que conocemos una copia, que el coste podría ascender a unos 15.000 euros.
    En el escudo aludido  que ostenta la enseña comentada presenta en el primer cuartel  los leones y castillos de los reinos de León y Castilla. En el segundo cuartel las barras de Aragón y al lado las armas de las Dos Sicilias (barras de Aragón y unas águilas).  El tercero es el escudo de Flandes y el cuarto el del Tirol. En el centro, roto, el cuartel de las flores de lis de los Borbones. Lleva, además, el toisón de los Austria, según la descripción amablemente explicada por el genealogista Miguel Rodríguez Díaz de Quintana, quien agrega finalmente que en los  de los demás reyes y sucesores se fueron añadiendo otras piezas en sus cuarteles.
El Juan Gregorio Jaques, el último coronel de Guía
   El antecedente genealógico más antiguo de nuestro Juan Gregorio Jaques de Mesa, (el último coronel de Guía hasta 1840), nos desvela el mismo Rodríguez Díaz de Quintana, lo encontramos en Jan del Ángel, natural de Amberes, mercader, casó  en Funchal (Madeira) con María López da Sáa. De ambos fue hijo:
* El capitán Juan Jaques del Ángel, nacido en Funchal, mercader, que se estableció en Tenerife en 1622 y casó con doña María de Mesa Spínola, naciendo entre otros vástagos:
* El capitán Lorenzo Jaques de Mesa Spínola,   nacido en La Laguna como hijo del mencionado Juan Jaques y de María Messa Spínola y casó en el Realejo el 7 de junio de 1677 con doña Ana Antonia de Castro Machado y Fiesco Salvatierra, natural del mismo Realejo que ya era viuda de Antonio Vinetea. Fueron los padres de:
 * Juan Gregorio Jaques de Mesa y Castro, nacido en el Realejo Alto, Regidor de Gran Canaria por título del 28-5.1719, Alguacil Mayor y Fiel Ejecutor de la Real Audiencia  de Canarias por Su Majestad, casado en el Sagrario de Las Palmas, en noviembre de 1697, con doña Gabriela de la Guerra Gallego y Algirofo, hija del Capitán Francisco Gallego Altamirano, Regidor de Canarias, y doña Tomasa Algirofo Calderín. Fue su hijo:
* Juan Gregorio Nepomuceno Jaques de Mesa Gallego, Capitán de los Reales Ejércitos, Castellano del Castillo de Santa Ana, nacido en Las Palmas el 7 de noviembre de 1713, y matrimoniado en  Guía el 12 de junio de 1747, con doña Teodora de Acedo Bethnecourt, nacida el 28 de octubre de 1727 y bautizada en Guía el 6 del mes siguiente como hija del Capitán Juan Antonio de Acedo Bethencourt Quintana y Guanarteme, Mayorazgo de su casa, Capitán de Milicias del Regimiento Provincial de Guía, Sargento Mayor, su Alcalde Real y Alcalde de Aguas del heredamiento del Palmital, para lo cual le había elegido don Pedro José de Villalta y Baeza, Corregidor de Gran Canaria en 1723, y doña Ana de Béthencourt Franquis Amoreto y Westerling, naturales de la misma villa guiense y la de Moya, respectivamente. Doña Teodora falleció en Las Palmas bajo disposición testamentaria ante Andrés Cabrera de León, el 31 de agosto de 1805, y codicilo ante el mismo escribano en 11 de agosto de 1811. Fueron hijos      María Gabriela Jaques de Mesa, (que casó con Jerónimo Pestana) y:
* Agustín José Jaques de Mesa Acedo, nacido en 1748, Alguacil Mayor de la Real Audiencia, casado en los Remedios de La Laguna, a los 24 años de edad, el 20 de enero de 1772 con Josefa Fernanda Pacheco-Solis Caraveo de Grimaldi. Sus hijos María de la Candelaria Jaques de Mesa Pacheco Solís, soltera y:
 * Juan Gregorio (José del Santísimo Sacramento) Jaques de Mesa y Pacheco-Solís, nacido en La Laguna de Tenerife el 18 de junio de 1775, y bautizado en la iglesia de los Remedios el 25 siguiente. Único hijo varón del matrimonio anterior.
     En 1803 fue Capitán de Cazadores; en 1809 fue ascendido a Teniente Coronel; sobre 1812 ascendió a Coronel de Milicias del Regimiento  Provincial de Guía y fue también Alguacil Mayor y Fiel Ejecutor de la Real Audiencia y Caballero de la Orden Militar de San Hermenegildo
     Casó el 10 de noviembre de 1801 con doña Estebana Merino Ruiz de Quesada, nacida en Guía, hija del capitán don José Merino y Mujica y doña Estebana Ruiz de Quesada, naturales de Guía y Gáldar, respectivamente, matrimonio que  bautizo como propios diez hijos, aunque algunas malas lenguas sugirieron tiempo atrás, (N.A. dixit), que la larga prole no era  solo de su marido, sino de varios señores, destacando entre ellos Francisco Lorenzo Vázquez de Figueroa  y el poeta Bento y Travieso.
    Una de sus hijas, Virginia, casó en 1927 con el también militar Nicolás Clavijo Pló, que fue gobernador militar de Tenerife y de Gran Canaria. Otra hija, Añejandra, fue la tercera esposa del doctor Gregorio Chil Naranjo, fundador de El Museo Canario.
 
Modificado el ( lunes, 17 de marzo de 2014 )