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sbado, 10 de septiembre de 2011 |
El ERE del Ayuntamiento de Gáldar, una medida triste pero inevitable
Antonio Aguiar
El alcalde de Gáldar anunció ayer en rueda de prensa la iniciación de un expediente de regulación de empleo, con 80 suspensiones de contratos y 54 extinciones.
La noticia habrá llamado la atención lógicamente, porque no se conocen muchos precedentes a nivel de todo el Estado. Estamos seguros de que Teodoro Sosa le habrá dado mil vueltas antes de tomar la decisión, pero su explicación no ofrece grieta alguna. De 33 millones de euros en ingresos en 2008 se ha pasado a 26 en 2010 y si bien es verdad que han efectuado recortes desde 2009, estos no son suficientes y no ha habido otro remedio que un ERE.
El porcentaje del capítulo de personal ha pasado del 53% al 64%, no por incremento de plantillas sino como consecuencia de la merma de ingresos, lo cual es insostenible.
No se trata de andarnos con felicitaciones ni parabienes, pero sí de reconocer el sentido de la responsabilidad de un alcalde y un grupo de gobierno que antepone el interés general al tradicional populismo, actitud esta que de haberse impuesto habría llevado al Ayuntamiento a la bancarrota, con consecuencias incalculables, pues no sólo afectaría al resto del personal de la corporación, sino a los proveedores y lo que es más importante, al mantenimiento de los servicios públicos esenciales, que el alcalde enumeró con todo lujo de detalles: seguridad, tráfico, medio ambiente, educación, servicios sociales y otros que no pueden dejar de prestarse en ningún caso.
En definitiva, vayan desde estas páginas nuestro reconocimiento para Teodoro Sosa y su grupo de gobierno y nuestro deseo de que la situación se revierta y puedan recuperarse los empleos.
Guía, a 10 de septiembre de 2011.
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Modificado el ( lunes, 08 de abril de 2013 )
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