Sin acobardarme lo más mínimo por la execrable critica que hoy día 31
de julio de 2006, he recibido en mi correo electrónico, de un excéntrico y
mal nacido personaje que cobardemente oculta su identidad en el anonimato,
sigo esta singladura que inicie hace ya algún tiempo, sobre los
innumerables personajes que existieron en mi pueblo, algunos de los cuales
se manifestaron con elocuentes testimonios de los más variados contenidos.
Hoy quiero introducirme en la vida de un gran amigo mío y de mi familia,
me refiero a Manolo Vega conocido por el Canuto en un principio, y más
tarde también por el –fatiga-, motivado este ultimo pseudónimo por la
heroicidad que llevo a cabo en un partido de fútbol.
Manolo siempre fue una excelente persona, trabajadora y muy integra,
como carpintero oficio que siempre le conocí desarrollo una labor bastante
interesante, mas tarde se dedico a la pintura de brocha gorda y realizo
como tal buenos trabajos. Pero un día siendo algo mayor, surgió en el seno
de su familia un aciago e irreparable incidente como fue la muerte de su
hijo muy joven y su vida dio un giro de 360 grados. Tan luctuoso acto
ocurrió en Maspalomas donde el parecer alguien atropelló a este joven
guíense, lo que produjo en Manolo un grave trastorno del que nunca se
recuperó.
Con este entrañable amigo compartí ratos muy agradables, ya que era
bastante extrovertido y muy simpático. Pero la vida es así de ingrata y a
el le golpeo donde más le pudo haber dolido, como fue arrebatarle en la
flor de su vida a su querido hijo.
Fue futbolista y posteriormente arbitro de fútbol. Como practicante de
tan elocuente deporte jugo en el Tirma, y en la celebración de un partido
entre este equipo y el Galdense, Manolo se convirtió en el heroe de la
tarde, faltando poco tiempo para la conclusión de la contienda, yendo el
partido cero a cero, Manolo recogiendo una pelota que le envió un
compañero se metió casi dentro de la portería y marco un gol que siempre
tuvo su historia, al observar lo que había hecho, nuestro amigo cayo
fulminado al suelo aquejado de una fuerte fatiga, a partir de ahí siempre
se le conoció por Manolo el Fatiga. Con todos mis respetos para el y para
sus familiares decir que lo que cuento se ajusta a la más estricta
realidad.
Posteriormente una vez dejado la practica del fútbol y pasado el tiempo
se dedico arbitrar aunque de manera interina, ya que solo ejercía como tal
cuando el arbitro oficial nombrado para una determinada contienda no
comparecía por alguna circunstancia, entonces los delegados federativos
presentes en el evento nombrados por la Federación requerían sus servicios
para que ejerciera como tal. Sus actuaciones arbítrales siempre estuvieron
salpicadas de grandes polémicas y en más de una ocasión los aficionados y
los jugadores intentaron agredirle.
Hasta no hace mucho tiempo recuerdo verlo deambulando por el siete,
parándome siempre a charlar con el, me hacían mucha gracia las anécdotas
que me contaba. Como ya he dicho era una persona muy agradable y vivió la
vida con enorme intensidad, de ahí que supiera tanto de la misma. Repetir
que el golpe que se llevo con la perdida de su hijo lo trastorno de tal
manera, que el Manolo Vega que yo conocí siendo niño jamás se pareció al
que años más tarde trate.
Sin embargo siempre supo estar a la altura de las circunstancias y supo
resignarse a tan horrible desgracia, pero ya nunca volvió a ser el Manolo
Vega que todos conocimos.
Su manifiesta popularidad en Guía, significo una etapa en la historia
de nuestro pueblo, por eso lo cito con verdadero afecto y cariño como
personaje popular del mismo.
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