El personaje que ahora toca, cuenta con todos mis respetos y el
elocuente reconocimiento de todo el pueblo de Guía. Me refiero a Excma.
Sra. Doña Eusebia de Armas, fiel y amante esposa de un insigne General de
la Guardia Civil. Recordar que en algunas visitas que hice a su casa,
observe entre asombrado y perplejo el recuerdo perenne que esta ilustre
dama tenía de su esposo, ya que en una habitación de amplia dimensiones
tenia expuesto todos los atributos que a este le revistieron como miembro
de la Benemérita. Trajes, condecoraciones, sables, fotos y muchas cosas
más que denotaban el reverenciamiento que la dama sentía por su amado y
querido esposo.
Doña Eusebia fue la paradigmática mecenas y protectora de nuestro
pueblo por excelencia, aunque hubieron otros pero estimo que en menor
medida. Gracias a su benefactor quehacer, construyo ese hermoso y
elocuente edificio que se encuentra ubicado en el camino que va hacía la
Atalaya, y que en un principio se constituyo en Colegio de los Salesianos,
hoy el mismo presenta un destartalado aspecto motivado por la desidia de
no se quien, pero la evidente realidad esta ahí, y este edificio de
grandilocuentes connotaciones por su significado se derrumbara si las
autoridades de mi pueblo, el Cabildo o el Gobierno Autónomo no hacen algo
pronto para remediarlo. Me dicen que la iglesia construida en su mismo
cuerpo sigue guardando la belleza y la hermosura de antaño, desconozco si
es así. Soy de los que pienso que ya que la sepultura de tan distinguida
señora se encuentra en la cripta de la misma, se debía preservar el
entorno de tal templo, haciendo que el mismo nunca pierda su verdadera
identidad.
Doña Eusebia de Armas, excelentísima señora, tiene tal atributo por ser
esposa de un general, no obstante las autoridades de Guía debían instar
ante quien fuera, (Consejo de Ministros, Cortes Generales e incluso ante
el Rey), para que a tenor de tan privilegiado comportamiento, se le
concediera un titulo nobiliario, -aunque ese reconocimiento fuera a titulo
póstumo-, posiblemente se lo merezca más que nadie.
Estando ya el edificio citado en fase casi de terminación, la insigne
señora se fue a vivir al colegio, a un piso especialmente construido para
ella dentro del mismo, por lo que su enorme casona quedo deshabitada. A
partir de ahí empezaron a ocurrir unos fenómenos que tenían aparentemente
connotaciones paranormales, y que se desarrollaban en la azotea de tal
inmueble. Parece ser que durante las noches, decía la gente, se veía en la
misma la figura del esposo de la señora paseando, perfectamente uniformado
con todos los atributos de su cargo, condecoraciones, sables, etc. En un
principio la gente de mi pueblo y especialmente los que habitábamos cerca
de la casa nos sentíamos incómodos ante la supuesta aparición espectral,
pero gracias a la intervención de la Guardia Civil, se descubrió, que todo
era propiciado por un preso –conocido por el Torito delincuente de guante
blanco natural de Agaete-, que estando en la cárcel de Guía, se metía en
la casa de Doña Eusebia, y propiciaba tan absurdo fenómeno. Estos
acontecimientos ocurrieron aproximadamente entre los años 1949/50.
Doña Eusebia fue una persona enormemente caritativa, ayudaba mucho a
los pobres y a los desvalidos. De hecho, su Colegio tenía en un principio
la intención de que fuera solamente para niños pobres y de baja progresión
económica. Nunca supe si funciono así. Solo lo visitaba en las
festividades de San Juan Bosco y la de Santo Domingo Savio, como
participante en los eventos deportivos que celebrábamos en su gran patio,
o como componente del grupo rítmico Tirma que solíamos amenizar con
nuestra música tales fiestas, los citados acontecimientos ocurrieron
aproximadamente en el año 1955.
Su entierro tuvo connotaciones de grandilocuente acto, el pueblo de
Guía en peso se dio cita en su óbito y la despidió como se merecía, la
gran señora había descansado en paz y seguro que el sumo Hacedor la acogió
en su seno por la grandilocuencia con que vivió su vida terrenal llena de
afecto y cariño hacía los demás y por sus constantes obras de caridad.
Mucha gente toco en su puerta y con los brazos abiertos las recibió,
resolviéndole siempre los problemas que le exponían, fueran del índole que
fueran, era todo un dechado de virtudes.
Esto que voy a exponer lo hago en forma de pregunta a las autoridades
de mi pueblo,
¿Quién es el propietario a estas alturas de tan emblemático edificio,
Guía o el Obispado?. Creo recordar que un abogado de Las Palmas, llamado
Antonio Limiñana, litigó contra mi pueblo en representación de la diócesis
canariense con el fin de obtener el total de las propiedades de Doña
Eusebia, ¿Quién es hoy el titular de la misma?. Estimo interesante la
respuesta obligada de quien lo sepa, para mi tranquilidad y para muchos
habitantes de Guía que desconocen los gatuperios que se llevaron adelante
para quitarle a mi amado pueblo tal propiedad. Seria interesante se
supiera toda la verdad al respecto de tan engorroso contubernio.
Doña Eusebia descansa ya hace algunos años en paz, mis votos más
sublimes, afectivos y mis oraciones siempre tuvieron la finalidad para que
así fuera, merecimientos más que acreditados tuvo para que así haya sido.
La elocuente clase y categoría de tan relevante señora, se merecen el
respeto y la consideración de todos los guienses.
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