Guía de Gran Canaria

 Información de especial interés para el municipio de Guía de Gran Canaria (ESPAÑA)    

PORTADA ACTUALIDAD HEMEROTECA HISTORIA DE GUÍA FOTOGRAFÍAS PERSONAJES WEB AYUNTAMIENTO

Guía de Gran Canaria: arte, belleza y nombres propios

Por Juan Dávila García

Agustín Millares Torres, en su Historia General de las Islas Canarias, le dedica a Guía de Gran Canaria una égloga, muy acorde con la grandilocuencia de tan estimada y señorial municipalidad, nacida en noble estirpe y blasón natural de numerosas familias que se distinguieron por su constatada hidalguía. Al respecto, dice:

"Esta ciudad está situada en la parte noroeste de la isla de Gran Canaria, y es capital de Juzgado de Primera Instancia de su nombre y residencia de la Plana Mayor del II Batallón de reserva reclutado en la isla.

La población se desarrolla en el declive de una montaña que va lentamente descendiendo hasta el pie del cono volcánico de Gáldar en medio de fértiles vegas, cortadas por barrancos, bajo un cielo de una temperatura suave y templada.

El cultivo del azúcar se ha aclimatado en aquellas vegas y para utilizar sus productos se ha establecido entre Guía y Gáldar una máquina de vapor con varias dependencias y artefactos que han levantado el precio de los terrenos y dado vida a la agricultura".

Terminada la conquista, Pedro de Vera dio a Sancho de Vargas y Machuca unos terrenos ubicados en la vega de Agáldar, los cuales estaban situados en el predio conocido por la Loma de Caraballo. Sancho de Vargas edificó aquí una ermita dedicada a Nuestra Señora la Virgen de Guía, según manifiesta él en su testamento verificado en 1509, diciendo al respecto "yo construí una iglesia que es en el Gáldar, que se llama Santa María de Guía", esta testamentaria esta autentificada y debidamente constatada.

En torno a este templo fue surgiendo un pueblo que rápidamente alcanzó notables proporciones. Tan estimado fue su engrandecimiento que el 24 de octubre de 1526 el gobernador Martín Fernández Gerón nombra a Alonso de la Guardia primer alcalde, concediéndole a Guía una Alcaldía Real y Vara de Justicia.

A comienzos del siglo XVI, la entonces ermita guíense se segrega del beneficiado de Gáldar, pero no se la erige en parroquia hasta el 1533 por Real Cedula del año citado. Asentada su riqueza agrícola, Guía fue creciendo y progresando con el paso de los siglos, acreditándose como residencia oficial de ilustres e insignes familias, especialmente vinculadas al glorioso ejercito y milicia española de entonces. Los aborígenes habitaron distintos puntos del actual término municipal, acreditado todo ello por las claras huellas y vestigios existentes en el mismo.

Guía de Gran Canaria ostenta de manera relevante uno de los monumentos más importantes dejados por los habitantes prehispánicos, el Granero de Valerón, conocido también por el Cenobio -del latín coenobium-, y éste del griego koinobiom de koinos, común y bios vida, cuyo significado etimológico es monasterio o convento y no granero como se ha dicho siempre-. Destaca también dentro de esta liturgia el tagoror del Gallego, en la montaña de su nombre, así como las cuevas de enterramientos encontradas en el determinado lugar.

Recorrer las calles de esta municipalidad nos concede un gozo de impresionantes dimensiones, por la belleza y espectacularidad de sus edificaciones. Dentro de las mismas destaca la estructura de su templo parroquial, con fachada neoclásica obra ingente de unos de sus hijos más preclaros José de Lujan Pérez, en cuyo interior se conservan muestras de su extraordinario arte.

Resaltar también la existencia del templo dedicado a Santa Catalina de Sena, así como la ermita y convento de San Antonio, edificado entre los siglos XVII  -finales- y principios del XVIII. El pórtico de entrada al cementerio, situado detrás de la ermita de San Roque, lamentablemente derruido, conformó en su día una hermosa obra diseñada y estructurada también por Lujan Pérez. Entre los edificios civiles y militares dignos de admirar en las calles de Guía destaca de manera elocuente la del Capitán don Gonzalo de Quintana, que data del siglo XVII. Las edificaciones que conforman el Ayuntamiento -el anterior en la calle de Enmedio o Pérez Galdós y el nuevo en la Plaza- y el Instituto –el antiguo que fue cuartel del Regimiento y del batallón y sede también del Colegio Santa María- y el de reciente construcción, no desentonan en nada la armonía y la conjunción arquitectónica de la municipalidad de Guía.

Guía tuvo su sustento económico en la agricultura. Últimamente su suelo se ha ido convirtiendo en una verdadera babel de grandes y elocuentes edificaciones, -observemos la parte nueva por excelencia en el Lomo de Guillén, en lo que fueron las fincas de la Huerta propiedad del Condado de la Vega Grande y regentada por Marcelinita Jiménez y posteriormente por su yerno Francisco Miranda Santiago, conocido por Pancho "Serío", las de Marente, propiedad de los Guerra Galván, la de los Hernández Suárez, la de los Manrique de Lara, la de Dominguito Estévez, conocido por el Tigre y tantas otras cultivadas en aquellos tiempos por extensas plantaciones de plataneras de hermosa configuración por el extraordinario desarrollo de sus frutos, muy tersos y lustrosos. Últimamente he observado que hasta la finca conocida por la del Museo regentada por Manuel Estévez, conocido por el Reina, la han desprovisto de sus platanales y la están acondicionando para edificar un gran Centro Comercial. Es indudable el crecimiento del municipio guíense es imparable, cosa que me satisface mucho, no en vano es mi tierra y mi cuna.

Toda esta zona citada se ha convertido en el centro más visitado de mi municipalidad, el Registro de la Propiedad, la Agencia Tributaria –antes Recaudación de Hacienda-, el cuartel de la Guardia Civil, las oficinas de Félix Santiago, la farmacia de Isabel Luáces, Vda. de mi gran amigo de la infancia Fernando Guerra Ayala, la joyería de Salustiano Álamo, la siempre obligada y visitada parada de taxis, la tienda de Arturo Díaz, la Cruz Roja, el cuartel de la Policía Local, el Ambulatorio o Centro de Salud, los locales de mi primo Rene del Pino Morera, antes almacén, hoy dedicado a la venta de coches y regentado por su hijo y tantos centros más, que le dan a la zona una brillantez de elocuentes connotaciones de gran modernidad, que difieren para gozo del visitante de la belleza del casco antiguo, que permanece impoluto a pesar del paso de los años.

Como queda demostrado, las grandes extensiones agrarias especialmente dedicadas al cultivo del plátano se han ido acotando. No obstante en las medianías y zonas cumbreras todavía pervive con gran relevancia la agricultura de siempre, existiendo como en antaño las típicas plantaciones de secano y regadío. En la primera se producen plantas forrajeras, -para el abundante ganado existente en la comarca especialmente bovino y ovino, existiendo también alguna cabaña de carácter caprino aunque con menor incidencia-, papas y cereales, mientras que en la segunda, brilló con una gran filosofía el cultivo de la platanera, -tendente a desaparecer al menos en parte como consecuencia de la especulación del suelo más dedicado a la construcción, no obstante se siguen cultivando en invernaderos. A la gran producción platanera de antaño le seguían, las papas, frutales en general, flores, cereales, legumbres y hortalizas.

Guía tuvo también una riqueza hídrica muy importante, proliferando en toda su comarca una ingente cantidad de pozos artesanos, recordar a los de la Felicidad, la Realidad, los existentes en el Calabozo y Paso, Tres Cruces, Montaña Alta y los de la Comunidad de Regantes. Esta citada comunidad tuvo una época muy brillante reconocida especialmente en todo el ámbito insular, cuando la misma estaba representada por unos paisanos de los cuales guardo un grato recuerdo: Samsó Henríquez, Aguiar Galván, Galván Bautista, Pérez León y otros patriotas que supieron luchar por la supremacía de nuestro pueblo. Al emular la importancia de la Comunidad de Regantes, me vienen a la cabeza los años en que se inició la construcción de la Presa de los Pérez y los desplazamientos que tenían que hacer por una carretera de terrorífico diseño hasta el emplazamiento de la misma ubicada en un profundo barranco entre Juncalillo y los enormes taludes de Tamadaba, mi primo Antonio Ossorio Calcines conocido por "Pepene" hijo de maestro Pancho el Cartero y Boro el Roble, administrativo y pagador de las nominas el primero y jefe de las obras el segundo. Guía tuvo el privilegio de tener durante muchos años el mayor embalse construido en el archipiélago canario, la conocida Presa de las Garzas, en el barranco del mismo nombre, además contaba con otra también importante pero con mucha menos capacidad como era la del Capitán ubicada en el barranco de Guía, cuyos propietarios eran los hermanos María y Manolo Hernández llamado por todos como Chicho, Vda. la primera de Manuel Fernández-Oliva y Pérez, conocido por el Capitán y el segundo Vdo. de Carmencita Bautista Pérez, todos ya fallecidos. Aparte de las presas citadas existían también gran cantidad de embalses o "maretas", las cuales todas unidas aportaban un enorme caudal de agua tan necesario para el regadío de las grandes extensiones de fanegadas de plataneras que habitaban en la zona y así como para otros cultivos de los denominados ordinarios. Otras presas cuya importancia tiene cierta notoriedad, es la de Mondragón situada entre los barrancos de Silva y Moya entre Casa Aguilar y el Palmital y por ultimo la ubicada por debajo de Tres Palmas, bordeando casi la antigua carretera conocida como la Cuesta de Silva. Esta ultima tenia como misión primordial servir el agua de regadío a toda la zona de San Felipe, comarca costera muy fértil abarrotada en aquellos tiempos de grandes fincas de plataneras.

La actividad industrial también ha tenido en mi municipio un gran desarrollo, empero la comercial se ha ido desplomando, perdiendo aquella gran identidad que tuvo hasta los años 60 del pasado siglo XX; no obstante, al amparo del resurgimiento edificativo y la creación de nuevas zonas en las áreas citadas, parece ser que hay un efecto dominó, que hace que nuevamente vuelva a existir, sin la lucidez de antaño de momento, la prosperidad comercial que siempre identifico a Guía como el centro neurálgico de todo el noroeste. Abundan las industrias, pero quizás la más puntera sea la quesera, especialmente localizada en zonas de medianías y cumbreras de Montaña Alta o Piedras de Molino, Barranco del Pinar, Bascamao, Lomo del Palo, Paso de María de los Santos, Verdejo, Vergara, Casas Aguilar, Palmital, Junquillo y en una serie de cortijos existentes donde existe abundante ganado. El queso más especifico de la comarca es el de "flor" y "media-flor", duro, curado, semicurado, el ahumado y el tierno. Una de las características que le imprimen la acreditada exquisitez al de flor es el cuajado de la leche que se hace con la flor –de color violaceo- del cardo cristo macerada, mientras que el de media flor el cuajado se hace al 50-% con la citada flor y cuajo natural o artificial. La artesanía tiene también una representación digna de encomio, la talla de la madera siempre ha existido. En otros tiempos habían talladores o tallistas de la categoría de Geño Abreu, Manuel Aguiar, Agustín Alemán, Juanito Caballero, etc. Hoy la tradición sigue vigente gracias al gran quehacer de Juan José Caballero Rodríguez, Juan Serrano, Raúl Díaz y otros. Por su parte la artesanía cuchillera siempre mantuvo a Guía a la cabeza en este arte tan bello y hermoso y así arrancando desde la época de los Batistas, Cristóbal García Ossorio, Rafael Ossorio García, Juan del Toro, Cuco el de Adela, Rafael Torres Ossorio, y continuando con la tradición en la actualidad el hijo de este, que tiene su taller ubicado en la calle Trasera en la herrería de Juan Ossorio conocido por Juan Pina, tío de su difunto padre Rafael Torres. Existió un buen numero de carpinterías, desde las de los maestros Benito Álamo en el Lomo carretera hacia Gáldar, Juan Díaz en San Roque, luego regentada por sus hijos y su yerno Antonio Aguiar;  Faustinito García del Pino compartía sus quehaceres molineros con su hermano Antonio García, -el padre de Braulio-, y maestro Paco Trujillo, la de Agustín Alemán Álamo, en la calle Medico Estévez, la de Miguel Abreu, Pepe Triguero León, la de los citados ya Manuel Aguiar y Juanito Caballero, en la calle 18 de Julio, la de los hermanos Arencibia Alemán, que posteriormente emigraron a Las Palmas y constituyeron una gran Empresa, la de Lule, etc....

En el aspecto comercial, Guía no mantiene ahora la elocuente realidad de los innumerables comercios que en su momento le dieron prestancia y una enorme potencialidad económica. Recordar las numerosas tiendas de comestibles que por aquellos tiempos, sin grandes aspavientos cubrían las necesidades de sus habitantes, a modo y manera de lo que hoy se denominan tiendas de –aceite y vinagre-, de las cuales algunas todavía mantienen una gran clientela a pesar de la existencias de las grandes superficies o centros comerciales: en la calle Medico Estévez, teníamos la de Salvador Vega, Félix Ramos hoy propiedad de Carmensa Padrón y llegando al siete la de Santiago Gil Cabrera, y junto a la oficina de los coches de línea de AICASA, la de Manuel Moreno. Entrando en la carretera general en dirección hacia Las Palmas, la de Salustiano Alámo, regentada por sus hijos, Augusto y Alberto, tenían otra en la Plaza Chica, donde trabajaban Leoncio y Conrado, además de un bar donde esta hoy ubicada la Notaria, al final de la calle Pérez Galdós. En la calle Marques del Muni la de Guillermo Jiménez, en la de Luís Suárez Galván la de Santiago González Castellanos y al final de la misma calle y ya en el Callejón del Molino la de Rosa Román y la de los Poetas. En plena Plaza de San Roque la de Pino Oliva y la de Manuel Concepción y en un lateral de la ermita citada la de Juan Delgado. La de Juan Ventura estaba ubicada en la calle Pérez Galdós en la misma se servían copas en un pequeño reservado que tenia, destacando los riquísimos enyesques que hacia. Las tiendas de los Humildes y la de Paco Vega, y en la esquina en la conjunción de las calles Poeta Bento y Luís Suárez Galván lucia la de Jorgito Castellanos.

Dedicadas a otra especie de comercio –calzados y tejidos-, teníamos las peleterías de José Mendoza Ossorio que alternaba la venta de zapatos y electrodomésticos y Manuel Armas y más tarde la de Paco Ossorio. La venta de tejidos y similares se hacían en los comercios, de Pinito Calcines y posteriormente de Ofelia Díaz que todavía existe aunque con otro nombre, el Artillero, Casa Genaro, Juan González, Almacenes Alonso, y otros.

Por sectores, es el secundario el que da más ocupación, seguido del terciario, sobresaliendo en este el subsector servicios y finalmente el primario, en el que la práctica totalidad de los activos laborales se dedican a la agricultura.

Guía, siempre se ha distinguido por una gran faceta de índole artística, donde siempre han destacado los grupos dedicados a la representación teatral, musical, folklórica y literaria. Desde tiempos inmemoriales contó con una gran plantilla de actores y actrices, aficionados por supuesto, que pusieron en escena grandes obras clásicas, entre estos es de bien nacidos reconocer a, Cenobio García, Francisco García conocido por Paquito el platero hermano del anterior, Néstor Álamo, Juan García Mateos, Tina Álamo, Margot Suárez y otras tantas figuras que se me hacen difícil recordar. En el orden musical, citar familias enteras que constituyeron para Guía unas afamadas bandas y orquestas, que improntaron de manera elocuente a modo de copyright en todo el territorio nacional e incluso en algunos países latinoamericanos y del norte de Africa, (Argelia, Tunez, Libia, Egipto, etc.) estas sagas o familias más conocidas, las conformaban, los Dávila, Ossorio, Moreno, Aguíar, Pérez, Calcines, Jiménez, Morera, Suárez, los Virgilios, -nietos e hijos de Virgilio Hernández-, y otras menos relevantes. El folklore en Guía tuvo hasta finales de los años sesenta del pasado siglo XX, las dos Rondallas o Agrupaciones folklóricas más laureadas de las islas, estas fueron la Princesa Guayarmina y la Tirma-Guíense, dirigidas por Sebastián Godoy conocido por Chaníto el practicante y Juan y Alberto Dávila respectivamente; ni que decir tiene que mi reconocimiento en este apartado al gran Néstor Álamo, prolifero e inigualable compositor de la música canaria por excelencia, donde brilla por su contenido musical y poético, quizás su obra más emblemática como es la antología de Sombras del Nublo y riscales los de Tejeda-

En aspecto literario destacan en Guía, sobre todos el insigne poeta Bento, Nestor también fue un ilustrado narrador y escritor habiendo dejado en el Museo Canario prueba de ello y ahora los hermanos Manuel y Pedro González-Sosa, poeta el primero y lujanista y Cronista Oficial de Guía en la actualidad el segundo.

Ubicada en la parte noroeste de la isla de Gran Canaria. Su estructura tiene forma de triangulo isósceles, cuya hipotenusa la forma la comarca costera que naciendo en Caleta Arriba termina en la Punta de Moya, pasando por Roque Prieto, el Becerro, Puerto Nuevo, Barranquillo Moreno, la Baja, el Río, Punta de el Mármol, el Angosto, Punta Gallegos, Playa del Teso, el Bufadero, Playa de San Felipe, Costa de San Felipe, etc. Su costa es muy acantilada y llena de taludes de hermosas estructuras –el risco del Mármol-, es una prueba de ello con elocuentes endemismos avifaunisticos y florales resaltando, las aulagas, los veróles y las tabaibas, así como las eneas y los juncos en el fondo del barranco del Río, situado este en la parte occidental del altiplano marmolista. Al hablar del contorno o estructura de Guía decía que tenia forma triangular, cuya base radicaba en el litoral, es obvio que como tal figura geométrica tenga su correspondiente vértice, y este lo encontramos caminando hacia el sur de la municipalidad con forma de huso muy pronunciado en las cercanías de la Caldera de los Pinos de Gáldar, en una altitud superior a los 1.500 metros. Sus límites naturales los conforman los municipios de Moya y Gáldar. Hacer referencia al tan controvertido tema que existe sobre la propiedad de la siempre llamada Montaña de Ajódar o Pico de la Atalaya y que en la actualidad hasta lo más relevantes historiadores la denominan como Montaña de Gáldar. Recordar al efecto que siendo alcalde de Guía, Juan García Mateos prohibió al de Gáldar celebrar la hoguera anunciadora de las fiestas de Santiago, -conocido como el volcán-, en la cúspide de la misma por ser propiedad del municipio guíense, relegando el desarrollo de tal acto –ancestral según los galdense-, a la parte de atrás de la citada montaña, perdiendo así el esplendor y la vista que desde la Playa de las Canteras se tenia del mismo. Nadie dijo nada y ni tan siquiera el ayuntamiento vecino inicio litigio alguno al respecto. Donde radica el empecinamiento de llamarla Montaña de Gáldar, lo desconozco. Muy jovencito junto con mi pandilla solíamos ir a jugar a las cuevas de las palomas ubicada en la citada Montaña, y siempre supimos y tuvimos in mente que era y es territorio guíense.

Los barrios y pagos más importantes del municipio de Guía, los constituyen los poblamientos de la Atalaya, Becerril, Anso, Lomo Betancor, donde se ubica la Montaña de Guía con una altitud de casi 610 metros, Vergara, Hoya Pineda, Bascamao, Barranco del Pinar con una altitud superior a los 1.000 metros, Verdejo, Paso María de los Santos, el Calabozo y Paso, San Juan, Tres Palmas, El Hormiguero, Casas de Aguilar, Barranquillo Frío, Montaña Alta o Piedras de Molino, Junquillo y Verdejo, el Palmital, Mondragones, Llanos de Parra y ya en la costa San Felipe. Dispone también de hermosos y profundos barrancos, tales como el de la Capellanía, de Guía, de las Garzas, -cuando era niño le oía comentar a los mayores que tal denominación provenía de las grandes nidificaciones que estas especies avísticas hacían en el mismo-, el de Silva y Moya. Estos barrancos citados en otros tiempos constituían verdaderas torrenteras cuando llovía, que durante el invierno solía hacerlo con bastante frecuencia y con gran profusión.

Buena parte del territorio municipal se encuentra cubierta por los materiales basálticos correspondientes al segundo periodo volcánico, si bien en determinados lugares, como en el caso del sector noreste, o en la Montaña de Guía, surgen materiales sálicos, más antiguos estimándose que pertenecen al primer periodo. Existen también formaciones volcánicas intrusivas, de carácter sálico, las cuales han sido descubiertas motivadas por la gran erosión existente, como en el caso del Risco Blanco, en la parte cumbrera del municipio. En esta área superior aparece también una pequeña muestra de volcanismo reciente.

Existe un elocuente contraste entre las zonas altas y bajas, y que en su parte extrema noroccidental, conforma una amplia plataforma. Por el contrario, van a ser los barrancos, pertenecientes principalmente a las cuencas de Moya y Gáldar, así como la de San Felipe, los que definan en gran medida el paisaje. Quedando así configurados

una serie de lomos, repartidos a todo lo largo del término, existen varias edificaciones volcánicas, Montaña Alta con 951 metros, el Gallego 398 y especialmente la Montaña de Ajódar con 434. Este gran cono volcánico que conforma la citada montaña, es el mayor de la isla, y supone el cierre de la salida al mar de los antiguos barrancos. Los mismos rellenarían posteriormente con sus sedimentos toda esta zona dando lugar a lo que fue la exuberante y fértil vega de Guía y Gáldar.

Su situación a barlovento –a favor del viento- del alisio, permite distinguir, desde la parte inferior, más cálida y seca, a otra donde imperan el mar de nubes, hasta una bastante superior donde la nubosidad y las lluvias son más abundantes. La fronda vegetal original se ha ido transformando, apareciendo en su lugar, en las amplias zonas bajas ingentes plantaciones de plataneras –ya no tan proclives-, y en las medianías, sus cultivos característicos. Empero persisten interesantes relictos de fayal-brezal –caso del famoso bosque conocido por el nombre del Brezal, que forma parte del Parque Natural de Doramas, entre Casas de Aguilar y el Palmital, cuyos confines limitan con la parte cumbrera de Moya-. El algunas áreas del municipio se están llevando a cabo repoblaciones forestales especialmente de pinos y eucaliptos, y en pleno litoral, especies propias del piso basal.

El sector oriental esta ocupado casi en su totalidad por el citado ya Parque Natural de Doramas, constituyéndose en un potencial enclave de monteverde, del que quedan algunos relictos como son el ya citado Brezal y otras áreas como Santa Cristina, espacio este, adecuado como zona recreativa, muy apetecida por la gran afluencia de gentes que lo utilizan especialmente los domingos y festivos. La Casa de Galicia de Las Palmas celebra en este precioso lugar todos los años el día de Santiago. En la zona alta del municipio existe un pequeño espacio, que se encuentra dentro del parque de las Cumbres, de gran valor paisajístico, geomorfológico y florístico. Estimo interesante hacer la siguiente reflexión por el elocuente interés que pudiera tener, -cuando yo era un niño, nos desplazábamos desde Guía hasta las medianías a coger pájaros con falsetes y redes, las especies más apetecidas eran los pintos, linaceros, verderones y canarios del monte-, no se si la utilización de fertilizantes y pesticidas hayan acabado con este símbolo avifaunístico de extraordinarias connotaciones, por sus hermosos coloridos y especiales cantos que lucían especialmente al amanecer subidos en las higueras. La práctica de la cinegética también tenia en Guía muchos adeptos, que cuando se levantaba la veda se lanzaban hacía las medianías y cumbres a cazar conejos, perdices, codornices y palomas salvajes. El uso del hurón, la escopeta y los perros podencos constituía todo un simbolismo de enorme relevancia en aquellos tiempos.

El sector comprendido entre San Felipe, la Cuesta de Silva y el Barranco del Calabozo y Paso, encierran una serie de rincones de gran interés geomorfológico, florístico y arqueológico. Desde las alturas de la Montaña de Guía y la de Ajódar, en si de gran importancia paisajística, se ofrecen unas grandiosas perspectivas de toda es parte de la isla. Su línea costera supone un extenso espacio –Caleta Arriba y Roque Prieto-, de importancia ecológica y recreativa.

Desde el punto de vista festero Guía ofrece durante todo el año, una panoplia de interesantes fiestas, los carnavales, los festejos que se celebran en honor del queso en el casco y en Montaña Alta, las de la Patrona la Santisima Virgen, que cada cinco años desarrolla una fiesta de arte conocida como los Juegos Florales, que ha tenido como mantenedores a elocuentes personajes de las artes y de las ciencias, citar entre estos a Ricardo de la Cierva, siendo Ministro de Cultura, Juan Rodríguez Doreste, etc., las ancestrales de las Marías, -que datan desde el año 1811, producto de una promesa llevada a cabo en el sacrosanto lugar conocido por el Lomo de Vergara-, en la misma -tiene lugar la Rama mas antigua de la isla y una extraordinaria Romería-, esta festividad esta próxima a cumplir su doscientos aniversario, la de Santa Lucía y otras. Los barrios más importantes de la municipalidad también ostentan unas festividades patronales de gran arraigo y trascendencia, así tenemos en la Atalaya la festividad de San Pedro en junio, San Juan en el barrio de su nombre también en junio, Santa Rita en Anzo, San José en Montaña Alta, las de San Felipe en su propio barrio, y la del copatrono San Roque el 16 de agosto, otros barrios como Becerril, Casas de Aguilar, el Palmital, Tres Palmas también celebran sus festividades correspondientes.

La superficie de Guía cuenta con 42,58 kilómetros/cuadrados, lo que significa el 2,73-% de la extensión de la isla. Sus máximas altitudes radican, 180 metros su capital, 1100 en el Barranco del Pinar, 25 metros en San Felipe, Montañas de Ajódar y de Guía con 434 y 610 metros respectivamente y finalmente Montaña Alta 951.

He intentado sintetizar de la manera más elocuente la historia de mi pueblo, y espero por el bien de mis conciudadanos haberlo conseguido, si no ha sido así les ruego me sepan disculpar. Pero les garantizo que he puesto toda mi sabiduría y mi afán para

conseguirlo, espero por mi bien y el de mi pueblo que así haya sido. El formato de esta breve reseña histórica de Guía que aquí les presento es lo más objetiva posible de ahí que en la misma de tantos nombres y datos que estimo –desde mi punto de vista- son imprescindibles para conseguir el estimulo del posible lector y especialmente que se sientan a gusto rememorando y recordando cuanto aquí expongo y para que los jóvenes conozcan un poco más la historia de nuestro entrañable pueblo.

Maspalomas, mayo de 2006.

info@guiadegrancanaria.org

REGRESAR A LA PORTADA