DE CUANDO GREGORIO MIRANDA SE CLAVÓ UNA TACHA
Recopilación:
ALEJANDRO C. MORENO Y MARRERO
Los protagonistas de la historia de hoy no son otros
que Gregorio Miranda Santiago (conocido por Gregorio "El Burro") y su
querido amigo Suso "Maipó", apelativo que le fuera puesto por el
desaparecido Juan Pérez Moreno (cariñosamente conocido como Juanito "Paeo")
en referencia a cierto tipo de sombrero usado por el citado personaje.
Dicho ésto, en una ocasión, Gregorio Miranda estaba "tragineando"
con unas maderas en el local donde se encontraba la funeraria de D.
Bonifacio Rodríguez (junto a la zona del Albercón de la Virgen) cuando, de
pronto, se clavó una tacha en un pié. Entonces el accidentado reclamó la
ayuda de Suso, que en aquel momento se encontraba por allí, y le dijo que
le trajera una vela (de las que se utilizaban habitualmente en las
capillas ardientes de los duelos). En aquellos tiempos, parece ser que era
muy común quemar las heridas para prevenir ciertas enfermedades tales
como, por ejemplo, el tétanos. Así lo hizo Gregorio, pues, cuando Suso le
llevó la vela, la encendió y quemó la herida con ella. El caso es que,
para no cansarles demasiado, Suso Maipó tuvo que traer a Gregorio
urgentemente a casa del médico D. Eugenio Estévez (dentista y médico de la
Seguridad Social) pero no para resolverle aquel problema inicial, es
decir, la herida hecha a causa del clavo, sino curiosamente para curarle
de la quemadura que le había producido la vela.
Nota del autor: Estas
líneas han sido realizadas desde el cariño y el respeto. Nunca desde un
punto de vista o enfoque despectivo o peyorativo, por lo que ruego que, si
alguien se sintiera ofendido, sepa disculparme. En ningún momento ha sido
mi intención.
Septiembre 2006.
Alejandro C. Moreno y Marrero
|